Todos los reflectores esperaban con ansia el arribo del Air Force One, sin imaginarnos que el presidente estadunidense llegaría junto con el nuevo embajador de EU, Carlos Pascual; es decir, fue el escenario adecuado para su presentación en nuestro país.

El presidente Calderón aguardaba lo que sin duda sería la reforma migratoria, así como una “pellizquito” a los millones de dólares pertenecientes a la Iniciativa Mérida, y que fue obstaculizado ante la opinión de un senador demócrata. De “pilón” se esperaba que la contraparte canadiense cediera ante la reciente portación de visa para viajar a ese país, ¡avec votre permission!

Se abordaron aspectos importantes para México, que bien vale la pena analizar con detenimiento y con gran eco para los siguientes meses. En primera instancia el tema del narcotráfico se abordó como prioritario entre los países.

Barack Obama prometió agilizar la ayuda económica a la Iniciativa Mérida. Hay que señalar que el recurso, o mejor dicho, los millones de dolaritos, fueron congelados ante los comentarios vertidos por el senador demócrata Patrick Leahy, quien no está convencido de que en México se hacen respetar los derechos humanos.

Por su parte, Stephen Harper, primer ministro canadiense, formalizó una ayuda de 15 millones de dólares para gastos de capacitación a policías mexicanos de recién ingreso, que serán adiestrados en Canadá. La ayuda es buena, sin embargo, faltó especificar si se trataban de dólares americanos o canadienses.

Como segundo tema importante, la reforma migratoria pasó desapercibida, al menos yo lo veo así. Se esperaba que Obama premiara a México, ante los excelentes resultados obtenidos de la lucha contra el narcotráfico. Sin embargo, la respuesta fue “maybe later”.

El principal interés del gobierno estadunidense durante la Cumbre, fue el habernos presentado a quien ocupará su embajada en nuestro país. De ascendencia cubana, Pascual es presentado ante los medios de comunicación, como el “estabilizador posconflicto”.

No dudo de su gran capacidad como diplomático y de su expertise, pero no considero que Venezuela, Colombia, ni mucho menos Honduras pudieran representar un riesgo para la estabilidad latinoamericana. Finalmente, bajo la promesa de “I´ll be back”, Obama aseguró que antes de concluir el año, haría una propuesta de reforma para ser presentada a su Congreso.

Solo olvidó mencionar que no sería fácil; habrá que negociar de forma bipartidista, y bajo la condición de realizar en primer lugar la reforma de salud, la financiera y, por supuesto, la energética. Siguiendo con la temática migratoria, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ya reflejaba en su Reporte Anual de Migración 2008 (International Migration Outlook) la cifra de buscadores de asilo en Canadá; nada más ni nada menos, 22% de los solicitantes eran de origen mexicano.

Me pregunto, ¿cuántos delincuentes mexicanos, sin necesidad de visa hasta hace unas semanas, haciéndose pasar por buenas personas se establecieron en Canadá, con el fin de extender sus redes delictivas? La respuesta del gobierno canadiense no se hizo esperar: todo mexicano que desee viajar a Canadá, requerirá de una visa.

Otro tema importante fue la crisis económica. Canadá y México reconocieron el impacto de la crisis, ante la natural dependencia económica con los estadunidenses o, mejor dicho, con la primera economía del mundo. Además, el común denominador fue la generación de empleos, entre otras medidas como evitar el proteccionismo comercial, el fortalecimiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), así como la promoción de inversión en infraestructura fronteriza. En declaración conjunta, los mandatarios concluyeron que sólo al enfrentarla juntos la crisis podrá ser superada.

Por lo que respecta al TLCAN, como cuarto punto, se esperaba un poco más, y no me refiero precisamente a una renegociación. Queda claro que el punto significativo es el acceso de los transportes de carga mexicanos, cuyo paso a Estados Unidos ha sido restringido ante la ola de protestas por parte de los gremios del transporte estadunidense.

El argumento que impide el acceso de nuestros camiones a EU es que no cumplen con las normas básicas o de seguridad federal o, dicho en otras palabras, son vehículos “chatarra”, ¿será cierto?, o bien, se trata de vehículos ecológicos que utilizan combustibles no fósiles. Es claro que también el tema de cambio climático y el uso de energía limpia cobró importancia durante la Cumbre.

Otro punto abordado, no agendado pero esperado, fue el golpe de estado en Honduras acontecido recientemente. Obama realizó algunas declaraciones; reiteró la necesidad de poner “orden” en la zona o, en el mejor de los casos, por experiencia propia de los estadunidenses, recurrir a la disuasión.

¿Cómo? Mediante el establecimiento de bases militares en Colombia. What? Con permiso del gobierno colombiano, y con el propósito de ayudar a Uribe en el combate de las FARC, vinculadas al narcotráfico, Estados Unidos bloqueará cualquier intromisión latinoamericana no solicitada, incluido un cerco al gobierno de facto de Honduras.

Todo parece apuntar hacia que, ante un gran concierto de mariachis como acto de gala cultural para los invitados, voces e improperios a manera de protestas por parte de algunos ciudadanos de Guadalajara, así como los constantes sonidos del click de las cámaras y flashes, sólo queda una cosa: los ecos de la Cumbre.

**Coordinador de la Escuela de Relaciones Internacionales de la Universidad Anáhuac

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