El ministro de Defensa de Colombia, Juan Manuel Santos, confirmó ayer que en el ordenador de Raúl Reyes, el «número dos» de las FARC muerto hace unos meses en una operación de las Fuerzas Armadas colombianas, se encontraron pruebas de los vínculos entre la guerrilla y ETA. «Hay una especie de complicidad», dijo aludiendo a la relación entre ETA y las FARC.
«De eso ya no hay duda por las evidencias que hemos encontrado. No estábamos muy al tanto de esa relación hasta que descubrimos el ordenador de Reyes. En el aparecen ideas para algún tipo de atentado en España a ver si ETA podría colaborar con las FARC y atentar contra personalidades colombianas aquí en España. Y hay un vídeo reciente de un saludo de las FARC a ETA».
Santos, que intervino ayer en el Campus de verano de FAES en Navacerrada, añadió que «esos grupos se retroalimentan. El IRA nos hizo mucho daño al enviar a las FARC a unos expertos en explosivos que les adiestraron en técnicas bastantes sofisticadas, que después aplicaron en Colombia en un ataque en el que murieron unas 35 personas».
A preguntas de ABC sobre la posible extinción de las FARC, Santos se mostró prudente: «Sería contraproducente asumir una postura triunfalista. Están debilitadas, pero no derrotadas, tenemos que seguir presionándolas militarmente para acabarlas u obligarlas a que negocien una paz digna». De todas maneras, aclaró que las FARC se hallan muy debilitadas por las acciones del Gobierno de Álvaro Uribe.
Guerrilla en decadencia
Según cifras oficiales, entre 2006 y mayo de 2008 las FARC fueron reducidas a la mitad; 5.316 guerrilleros se desmovilizaron, otros 7.810 fueron capturados y 4.148 fueron abatidos. Asimismo, cayeron varios líderes, como Reyes, el «número cuatro» «Iván Ríos» y la comandante «Karina». «Sufren una pérdida de liderazgo, con mucha corrupción e indisciplina, problemas que antes no tenían. Además han perdido su control, la capacidad de combate y están en peores condiciones económicas. Su moral está por el suelo y hoy sólo pueden hacer atentados».
Precisamente, Santos dijo que ante este golpe, las FARC podrían intentar una represalia a través de un atentado espectacular, «pero el coste para ellos es muy alto». El ministro aprovechó la oportunidad para pedir a los gobiernos de países vecinos, en referencia a Ecuador y a Venezuela, que no tengan vínculos con las FARC, como los que salieron a relucir en el ordenador de Reyes.
En cuanto a las informaciones de una radio suiza, según las que el rescate fue un montaje porque los guerrilleros habrían sido comprados por fondos donados por cinco países, entre ellos España, Santos replicó: «Eso no tiene pies ni cabeza. Para las FARC es más humillante que uno de sus comandantes se venda por un puñado de dólares que lo que sucedió».
Acción de bajo riesgo
El ministro añadió que la operación se adelantó 10 días para evitar filtraciones, que el presidente Uribe se enteró y autorizó al rescate en el último momento y que se hizo con bajo riesgo para los rehenes, ya que no corrieron el riesgo de un tiroteo.
«Esta pesadilla por fin se está acabando. Ahora tenemos que prepararnos para el post-conflicto», dijo Santos, quien dio las gracias a José María Aznar, «porque (los colombianos) hemos estado solos en esto, y usted siempre nos ha acompañado».
