El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, respondió el miércoles a los indígenas que no retirará a la fuerza pública del convulso departamento del Cauca, tal y como le solicitaron los nativos tras días de hostigamientos de las FARC, bombardeos del Ejército y combates.

"Nosotros también estamos cansados de la guerra, pero por ningún motivo podemos desmilitarizar un solo centímetro de nuestro territorio", afirmó Santos a los periodistas tras presidir un consejo de ministros en Toribío, localidad del Cauca. Santos fue abucheado por los indígenas al llegar.

El presidente reconoció que el departamento del Cauca es una zona "difícil en materia de orden público" y recordó que por esa razón su administración ha reforzado en los últimos meses con 2.000 hombres el pie de fuerza de la región.

Santos además pidió a la población que respalde a las fuerzas de seguridad del Estado porque, dijo, "está aquí para protegerlos", e insistió en que "el Ejército no se va a ir de ninguna parte".

El mandatario colombiano fue recibido en Toribío con los abucheos del pueblo indígena nasa que le gritaron "fuera, fuera" cuando llegó junto a sus ministros para celebrar un consejo extraordinario en esta localidad, una de las más afectadas por la violencia en el Cauca.

Los recientes ataques de las FARC a varias poblaciones del Cauca han dejado en los últimos días un niño muerto y al menos 15 civiles heridos.