En una esquina de la aldea, de unos 2.000 habitantes y ubicada a
700 kilómetros de Yaoundé, grandes paneles solares se inclinan hacia el astro
rey. Forman una minicentral de energía solar que abastece a la red eléctrica de
la localidad, ofreciendo un panorama inusual para el Camerún rural.
La
red brinda electricidad las 24 horas a 30 hogares, entre ellos el de Ndzi
Samuel, una maestra de escuela primaria, así como a tres pequeños comercios y un
hotel.
"Ahora mis hijos pueden leer con buenas luces, y yo puedo usar un
teléfono celular sin problema, aunque también tenemos una muy baja cobertura de
la red", dijo Samuel a IPS.
Antes de que se instalaran los paneles
solares en 2011, esta aldea dependía de tres generadores eléctricos, propiedad
de empresarios. Esto permitía que las pocas personas que tenían teléfonos
celulares aquí los recargaran, pero los generadores eléctricos no eran
confiables y a menudo se producían cortocircuitos.
"Perdí tres teléfonos
debido a las sobrecargas eléctricas de un generador. Pero con los paneles
solares puedo cargar fácilmente mi celular y permanecer conectado", dijo un
aldeano a IPS.
Aunque es posible que esta nación de África central tenga
la segunda mayor producción hidroeléctrica en la región subsahariana
-actualmente 103 teravatios por hora al año-, se explota apenas 30 por ciento de
su potencial, según la Renewable Energy and Energy Efficiency Partnership
(asociación para la energía renovable y la eficiencia energética).
Además, el acceso a la electricidad en áreas rurales es bajo.
Según el Banco Mundial, de los estimados 20 millones de habitantes del
país, alrededor de 8,1 millones viven en zonas rurales, y apenas 14 por ciento
de ellos tienen acceso a electricidad. Es una enorme disparidad si se compara
con el acceso a ese servicio en áreas urbanas, donde abarca a entre 65 y 88 por
ciento de la población.
El gobierno viene alentado el uso de paneles
solares para generar electricidad. En 2011 se aprobó una ley que exonera a los
importadores de equipos solares del impuesto al valor agregado (IVA) en el año
financiero 2012.
"La energía solar es una buena oportunidad para todos
en África. Su ubicación a nivel del ecuador vuelve a este continente el más
soleado del mundo", dijo Asanji Nelson, un ingeniero experto en energía
renovable del Ministerio de Minas, Energía y Recursos Hídricos (MINEE).
Pero llegar a las áreas rurales con esta fuente energética alternativa
todavía es un desafío, porque los costos de los paneles solares siguen siendo
inaccesibles para los pobres de esas zonas, que dependen de la agricultura de
subsistencia. Un vistazo a los precios del mercado muestra que los paneles
domésticos cuestan entre 400 y 10.000 dólares.
"El costo final de un
panel solar aún es un impedimento importante para los aldeanos; en Camerún las
empresas no tienen como objetivo a los pobres de las áreas ruales, debido a que
estos no pueden pagar sus precios", dijo Nelson a IPS.
Según cifras del
MINEE, en el país hay más de 25 firmas registradas que venden paneles solares,
pero la mayoría de ellas están dirigidas a empresas y habitantes de las
ciudades.
La Compañía de Energía Solar de Camerún también suministra
energía sostenible a la población, pero abastece principalmente a una clientela
urbana que adquiere paneles solares como respaldo, en caso de que se produzca un
apagón general.
En su mayor parte, toman por objetivo a otras empresas
que usan paneles solares para operaciones de negocios, dijo a IPS el director
gerente, Tebo Vincent.
Energie Cameroun es otra firma solar con sede en
Yaoundé. Vende equipos solares y también instala lámparas solares en las calles
de comunidades rurales.
"Tenemos nuestra sede en la ciudad porque allí
contamos con mejores clientes de los que podemos tener en las aldeas. Pero
también trabajamos en aldeas cuando nos contratan para que instalemos paneles.
Sin embargo, nuestros clientes confiables son habitantes de ciudades", dijo a
IPS el director comercial de Energie Cameroun, Haman Sani.
"Las
comunidades rurales necesitan nuestros productos, pero los costos que implica
toda la cadena son altos: los de importación, impuestos, transporte e
instalación determinan el valor final de nuestros productos. A fin de cubrirlos
y de obtener ganancias, tratamos principalmente con empresas y misioneros que
puedan pagarlos para escuelas y hospitales comunitarios", señaló Sani.
Renewable Energy Innovators (REI, innovadores en energía renovable)
logró instalar los paneles en Sabongari y en otras 10 aldeas rurales gracias a
financiamiento internacional.
Numfor Jude, presidente y cofundador de
REI, explicó que Wireless Light & Powers, una organización canadiense que
trabaja para mejorar las vidas de los habitantes de zonas rurales, los apoya
brindando material y recursos financieros para que la firma viaje a aldeas
rurales e importando los paneles solares.
"Vamos a comunidades
distantes, presentando las fuentes de energía solar a los aldeanos prácticamente
sin costo", dijo Jude a IPS.
En Sabongari, los costos de instalación de
la miniplanta solar fueron mínimos.
"Los aldeanos están unidos por su
problema común de falta de electricidad. Mostraron interés en el proyecto
aportando el dinero que cubre el costo parcial de la instalación. Cada hogar
contribuyó con una suma de 25 dólares, y las empresas pagaron 100 dólares. Se
espera que cada uno pague una cuota mensual de un dólar por concepto de
mantenimiento", explicó.
Un aldeano de Sabongari dijo a IPS: "Es como
ser rescatado de una oscuridad incesante. Podemos cargar nuestros teléfonos y
hacer llamadas a otros lugares en cualquier momento".
Weriwu Godfred, el
director de un programa gubernamental de iluminación solar en la vía pública
implementado hace cinco años en Yaoundé, declaró a IPS: "El equipamiento solar
sigue siendo solo para los ricos y está más allá del alcance del camerunés
común, pese al actual no pago del IVA".
A él le preocupa que la mayoría
de las comunidades tengan radios rurales pero que las audiencias no cuenten con
energía que alimente los receptores para escucharlas.
"Es aún más
sostenible administrar radios rurales y comunitarias con energía solar, que
representa menos riesgo para los humanos y los artefactos", dijo.
Mientras, los cameruneses están cada vez más preocupados por la escasez
de electricidad y los cortes de luz, lo que ha vuelto a la energía un asunto
político y económico de creciente importancia.
El aumento de los precios
del petróleo, el mayor consumo mundial de energía y la preocupación por el
ambiente han intensificado el interés por las fuentes renovables. Los objetivos
de desarrollo de Camerún en el marco del programa Visión 2035 avizoran
inversiones significativas en el sector.
"Camerún depende de
aproximadamente 30 envejecidas centrales a diésel como respaldo para su red
hidroeléctrica, lo que significa que nuestra fuente hidroeléctrica no es
totalmente limpia", dijo Nelson.