Ángel Oropeza, psicólogo social y doctor en Ciencias Políticas, indica que mientras el mensaje de Hugo Chávez apunta a la "despersonalización mesiánica", el de Henrique Capriles Radonski dice que esta elección no se trata de él sino de la gente.
En sendos actos de inicio de campaña, el presidente candidato Hugo Chávez escogió Carabobo y Maracay, sus razones: en estas tierras se labró la independencia del país, palabra que es parte de su oferta de campaña. El candidato de la unidad Henrique Capriles estuvo en Santa Elena de Uairén y La Guajira, sus razones: ofreció llevar "el progreso" hasta en los rincones más apartados del país.
A juicio del psicólogo social y doctor en Ciencias Políticas, Ángel Oropeza, Chávez fue menos asertivo en su mensaje. "Lo que se entendió es que fue a Maracay porque ahí está una guarnición militar". El mensaje de Capriles tuvo una "gran significación por los sitios que visitó".
El especialista en temas políticos señala que con la jornada de inicio de campaña quedó más claro "el contraste" entre un candidato y otro en cuanto al simbolismo, mensaje y movilidad de cada uno de ellos.
Resalta que más allá de su enfermedad, el presidente no tiene capacidad de movilidad para esta campaña por todo el aparataje, que tras años en el poder, se ha generado en su entorno: guardespaldas, equipo de gobierno. En la contraparte, Capriles demostró no solo que puede recorrer de punta a punta al país sino que puede "bajar de las tarimas para estar en contacto directo con la gente".
El mensaje también favorece a Capriles, según Oropeza, para quien "hay que estar muy mal" para hacer una campaña basada en la comparación con Dios."Eso de que Chávez ya no es él sino que está en cada niño, en cada mujer, en cada persona representa una despersonalización mesiánica, contrasta frente a un plan de gobierno más aterrizado, más contundente, más real y bastante interesante, como el de Capriles, quien además dice que la figura de esta elección no es él sino la gente".
Agrega que lo lógico en el caso de Chávez sería que su mensaje esté basado en la gestión, tras 14 años en el poder, pero eso no ocurre porque a su juicio no hay tal trabajo. Señala que todo se basa en promesas, "incluso cuando habla de las misiones es ofreciendo a futuro".
La debilidad de Chávez en esta campaña está en la falta de muestra de resultados mientras que Capriles no tiene recursos para hacer más campaña, esto frente a un candidato- presidente, que maneja recursos del Estado.
Encuestas como propaganda
"Las encuestas en cualquier país serio y desarrollado deberían ser utilizadas para orientar a los comandos de campaña, para entender qué les falta por hacer, qué temas abordar, no para hacer lo que hace el gobierno", considera Oropeza.
Señala que hasta ahora lo que se ha visto con la divulgación de encuestas es la intención de "intimidar". Recuerda que el Presidente "jamás habla del secreto al voto", y no lo hace "porque quiere hacer pensar a la gente que quiere votar por Capriles que van a saber por quién voto".
Añade que si además de ese temor se le dice a la gente que Chávez tiene 30 puntos arriba del candidato opositor, lo que se busca es el destronamiento del electorado según el cual no vale la pena votar.
Indicó que las encuestas sirven al gobierno "para posicionar el término irreversibilidad", lo que también es fácilmente desmontable: "no son lógicas ni creíbles las cifras porque recientemente se han producido cuatro contiendas electorales y de ellas dos las ganó el gobierno y dos la oposición. En la última, la relación fue 52% a 48% a favor de la oposición y luego la oposición logra más de 3 millones de votos en unas primarias, ¿cómo entonces, de repente, la diferencia entre un candidato y otro son 30 puntos?".
Dice que esta estrategia gubernamental "es como estar en un juego y en el tercer inning y decir que se ganó cuando ni siquiera se va por la mitad".
Para Ángel Oropeza lo peor en esta campaña no será la desproporción en la exposición a medios sino que el Consejo Nacional Electoral "esté ausente". Recuerda que desde la precampaña, el Presidente "lleva horas día de cadenas y de campaña en pantalla y frente a eso no hay ninguna respuesta" del ente electoral.
Considera que el oficialismo no puede hablar de equilibro en medios públicos porque "partan" una pantalla para la transmisión de actos de ambos candidatos. No ve en canales como VTV una cobertura periodística del hecho electoral sino una transmisión basada en alabar al candidato- presidente.
