El presidente salvadoreño Tony Saca anunció el jueves pasado un nuevo plan de seguridad para el transporte público asediado por pandilleros que demandan el pago de extorsiones para dejar circular los autobuses.
"Ya están los policías en los buses y están ahí para prevenir... los delincuentes deben saber que se van a encontrar en cualquier momento con un policía (en las unidades de transporte)", declaró Saca en rueda de prensa tras asistir a un acto público al oeste del país.
El mandatario indicó que no daría detalles del proyecto "por razones de seguridad", pero aseguró que "estos son planes que precisamente nos van a ayudar a bajar el índice delincuencial".
Destac que la iniciativa es dirigida por el nuevo director de policía, Rodrigo Avila, quien asumió el cargo esta semana.
El anuncio ocurre en medio de un aumento de la delincuencia y una nueva protesta de empresarios del transporte público que denunciaron el asesinato de otro de sus conductores a manos de los pandilleros.
Jesús González Ramos, de 42 años y conductor de la ruta 29 que recorre el centro de la capital hasta la periferia este, fue asesinado a balazos por supuestos pandilleros la noche del miércoles, confirmó la policía.
En esa misma ruta ya suman cuatro víctimas en menos de dos semanas y estadísticas extraoficiales apuntan a que en lo que va del año ya han muerto unos 108 cobradores o conductores por rechazar un "impuesto" para circular.
Las extorsiones, solo en la capital, rondarían los 25.000 dólares diarios, según cálculos de los empresarios del sector.
En El Salvador las pandillas conocidas como "maras" cuentan con unos 14.000 miembros y son combatidas por las autoridades con el plan "Super Mano Dura" implementado por Saca al asumir en junio del año pasado y que, gracias a nuevas leyes, permite llevar a la cárcel a los líderes de esos grupos.