En un breve encuentro con los periodistas, el presidente rechazó realizar cualquier comentario sobre los comicios de ayer, dejándole la papeleta a su portavoz, Robert Gibbs. Para reforzar la idea que las elecciones no tendrán consecuencias para el presidente Obama, sus asesores ya anunciaron el martes que Obama no seguiría por televisión el recuento de los votos.

"El presidente nunca las miraba cuando él era el candidato", se justificó el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, que ofreció la visión oficial de la administración respecto a qué decidió las elecciones: asuntos muy locales que no implican al presidente.

En las antípodas, como era de esperar, la reacción republicana. El renacimiento del Partido Republicano ha empezado, declaró un eufórico Michael Steele, el presidente del Comité Nacional Republicano, aliviado por los resultados después de un año en el que ha recibido muchas críticas.

Los votantes independientes en estados púrpura y azules han enviado un claro mensaje hoy ... Han votado por limitar el gasto del gobierno, restaurar la responsabilidad fiscal, y reestablecer los "checks and balances" en sus estados, comentó el senador tejano John Cornyn, toda una declaración de principios sobre el mensaje con el que se quiere reconstruir el Partido Republicano. Es decir, austeridad, austeridad, y austeridad.

Más allá de los análisis interesados de los miembros de ambos partidos, las reflexiones de la mayoría de expertos se situaban a mitad de camino entre ambas versiones de lo que sucedió anoche.

La Casa Blanca puede tener razón al argumentar que las elecciones no representaron un referéndum sobre Barack Obama. Howard Kutz, del Washington Post, recuerda en su columna, titulada "The non-referendum" que en las encuestas a pie de urna la mayoría en Virginia (55%), y Nueva Jersey (60%) dijeron que Obama no fue un factor, y el resto están divididos.

Ahora bien, el comportamiento de los independientes, el grupo de electores centristas que acaba decidiendo muchas elecciones, es toda una advertencia a los demócratas de cara a las legislativas del año que viene. "Si estas tendencias se repiten a nivel nacional en 2010, los demócratas perderán terreno", sostiene John Harris, director del magazine Politico.

En lo que todo el mundo coincide es el papel que jugó la economía, con más del 85% de los votantes tanto en Nueva Jersey como Virginia señalándolo como su principal preocupación. Y es que los tiempos de crisis, son difíciles para todo aquel que busque la reelección

"No creo que el presidente necesite una encuesta a pie de urna, o una elección para llegar a esa conclusión", declaró con un punto de desdeño. El problema para Gibbs y Obama es que, a pesar de tener la lección aprendida, su margen de maniobra en la economía es reducido.