Palin ha acabado 2008 como abuela en la cresta de la ola de su popularidad. Tras ocupar las portadas de las revistas del corazón tras el nacimiento de su primer nieto, Tripp, fue elegida en una encuesta como la famosa que más norteamericanos preferirían tener como vecina. Además, lidera el ranking de calendarios de 2009 de Amazon.com, la web de compras más popular del mundo.Su calendario, que incluso supera a todo un clásico como el de las chicas Pirelli, contiene 50 fotos de la política, entre ellas una en la portada en la que aparece con un rifle.

Si bien la personalidad y cualificaciones de Palin despiertan recelos entre el electorado centrista de los EEUU, las bases del Partido Republicano la han convertido en una especie de heroína conservadora. Aunque apenas hayan pasado dos meses de las elecciones, no es demasiado pronto para empezar a preparar una hipotética candidatura para la próxima contienda. De hecho, en las últimas semanas, algunos de los posibles adversarios de Palin en 2012, como el gobernador de Luisiana, Bobby Jindal, ya se han dejado ver por el Estado clave de Iowa. Es ahí donde se empezó a gestar el fenómeno Obama.

Puesto que los cristianos evangélicos controlan el Partido Republicano en Iowa, Palin no necesitará pasar tanto tiempo en Iowa como Obama, y podrá dedicarse también a cultivar su imagen a escala nacional. La gran desventaja respecto a sus competidores es que Alaska está muy lejos del corazón del país, y no sólo geográficamente.Por lo tanto, para mantenerse en el candelero, Palin deberá prodigarse en los medios de comunicación, combinando su aparición en sesudos programas de debate político, con otros de puro entretenimiento.

Su objetivo en 2009 será, por una parte, insistir en la retórica populista que la convirtió en una hockey mom (la madre que acompaña a los niños al entrenamiento de hockey) y, por otra, articular un discurso algo más sofisticado de lo que nos tiene acostumbrados.Su promoción personal más allá del paralelo 48 -sirve de frontera entre Canadá y los EEUU- no deberán distraerla de su tarea de gobernadora de Alaska, ya que para triunfar en Washington, es condición necesaria contar con altas cotas de popularidad en el terruño propio.

Una vez zanjado el escándalo del troopergate, Palin pasará buena parte de su tiempo en 2009 negociando con las petroleras la construcción de un gasoducto que permita llevar toneladas de combustible a Canadá.

Entre sus entrevistas y viajes, Palin intentará sacar tiempo para cumplir sus obligaciones familiares como madre, y abuela.Su hijo pequeño, Trig, con síndrome de Down, es un bebé de sólo unos meses, y Bristol, la hija adolescente que acaba de dar a luz, seguramente, necesitará que los abuelos le echen una mano durante los próximos 12 meses.