En 1969 era uno de los generales que junto a Muamar al Gadafi participó en el golpe de Estado para derrocar al rey Idris. El líder engañó a su pueblo desde el primer día, dice este veterano revolucionario. Por eso aumentaron las distancias y Al Hariri terminó pasando 17 años de su vida encarcelado por conspiración. Ahora solo desea ver "una Libia democrática", algo que únicamente será posible si Gadafi deja el país y se le juzga por sus crímenes.

Pregunta. ¿Qué espera de Muamar al Gadafi?

Respuesta. Espero que Dios le guíe para que se dé cuenta de que está matando a sus propios hijos y de que llevamos 42 años asustados sin poder dormir.

P. ¿Cómo era el coronel al inicio de la revolución que hicieron juntos y cómo lo ve ahora?

R. La organización para preparar la revolución de 1969 comenzó en un campamento militar en 1963. Una semana después de la revuelta, Gadafi afirmó que la preparación para el golpe se había iniciado en 1959. Entonces le pregunté por qué mentía a la gente siete días después de la revolución. No ha cambiado. Fue un mentiroso desde el principio.

P. ¿Por qué estuvo encarcelado?

R. En 1975 un grupo de oficiales decidimos enfrentarnos a Gadafi para intentar recobrar la libertad de Libia. Él había empezado a trabajar para sí mismo y se olvidó del pueblo. Pasé 17 años encerrado.

P. ¿Qué es lo que ha cambiado desde entonces para que vea posible el triunfo de esta revuelta?

R. Todo. Todo cambió el 17 de febrero. Es una nueva generación entera de jóvenes la que se ha levantado contra el régimen. Han saboreado la libertad y la democracia, han visto lo que ocurre en otros países a los que han viajado a estudiar, lo han visto en Internet... ¡ellos quieren vivir esa vida ahora! Por eso sé que la revolución triunfará.

P. ¿Se podrán manejar las tensiones en el país entre las diferentes tribus si cae el régimen?

R. Incluso aunque eso pudiera ser un problema al principio, no será un gran obstáculo y será fácil salvarlo. La gente entiende que debe trabajar por un bien mayor, y lo que es más importante, quiere hacerlo.

P. ¿Cómo?

R. Durante años hemos visto cómo cada palabra que salía de su boca se convertía en ley. Ahora necesitamos nuevas ideas, nuevas formas de pensar.

P. ¿Cuáles son las suyas?

R. Cuando esta revolución acabe sería ideal tener representantes locales abiertos de mente, respetados por los ciudadanos y que sepan escucharles. Entonces, basándonos en lo que ellos reclamen, podremos hacer nuevas leyes.

P. ¿Cuál es su sueño para Libia?

R. Mi sueño es que Gadafi se vaya y que mi pueblo sea libre.

P. ¿Cree que la transición será fácil?

R. Llevará mucho tiempo tener un Parlamento y que la gente pueda votar para decidir qué quiere para su país. ¡Estamos aprendiendo! Nadie nos ha enseñado cómo ejercer nuestros derechos.

P. ¿Qué necesitará el país si la revolución triunfa? ¿Desea ayuda de los países occidentales?

R. No queremos que interfieran, pero necesitaremos que nos apoyen.

P. ¿Tiene algún modelo de Estado que considere que sería bueno para Libia?

R. No puedo hablar de ningún modelo. Queremos un país libre y democrático en el que todo el mundo pueda expresarse libremente. Libia no pertenece a Gadafi, no pertenece a nadie. Es de los libios. Nosotros construiremos nuestro modelo.