La economía europea seguirá creciendo durante los próximos años. Así lo pronosticó ayer la Comisión Europea (CE) durante la presentación de sus previsiones económicas de primavera. Con una revisión al alza de medio punto porcentual en 2007 respecto a las estimaciones de otoño, el crecimiento económico del club alcanzará un 2,9% en este año. Pese a crecer por encima de la media europea, la economía española sufrirá una desaceleración en 2007 y 2008.
   

Según las previsiones comunitarias, el crecimiento de la economía española disminuirá en dos décimas en 2007, desde el 3,9% en términos de producto interior bruto (PIB) en el pasado año hasta el 3,7% en el presente. El Ejecutivo comunitario prevé que si no se produce ningún cambio de las políticas en España, la caída podría alcanzar el 3,4% del PIB en 2008. Entre las causas, la Comisión Europea apunta a una moderación de la demanda interna y a un declive del «boom» inmobiliario. Ante la prensa, el comisario europeo de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, descartó una «desaceleración fuerte» de la economía española y apostó por un «ajuste gradual» del sector vivienda.
   

A su juicio, la ralentización del sector de la construcción será «muy positiva» si se compensa con un «mayor dinamismo» en otros sectores con mayor productividad y valor añadido. Por su parte el ministro de Economía, Pedro Solbes consideró desde Bruselas que la desaceleración de la construcción y de los precios inmobiliarios que está viviendo España «entra dentro de lo normal, de lo previsto y de lo deseable».
   

Pero a pesar de esta desaceleración de la construcción a la que todos apuntan, lo cierto es que el volumen de hipotecas existentes en España a cierre de febrero se elevó a 936.420 millones de euros, si bien es cierto que éstas crecen cada vez a un ritmo más pausado, ya que la subida se situó en el 22,4%, tasa inferior a la de meses precedentes, según datos facilitados ayer por la Asociación Hipotecaria Española (AHE).
   

Por otro lado Bruselas advirtió de nuevo a España de los riesgos que entrañan para la economía el nivel de endeudamiento de las familias españolas y el desequilibrio de la balanza comercial. Asimismo, la Comisión destaca que «los persistentes diferenciales de inflación con la zona euro, sumados a un lento crecimiento de la productividad, podrían desembocar en mayores pérdidas de cuota de mercado, exportaciones por debajo de lo previsto y mayores desequilibrios externos». De acuerdo con las previsiones comunitarias, la inflación en España disminuirá hasta el 2,4% en 2007 pero volverá a repuntar al 2,6% en 2008, mientras que la media de la eurozona se estabilizará en 1,9%.
   

La CE también vaticinó que en España, la creación de empleo bajará ligeramente en comparación al 3% del año pasado y se colocará en un 2,8% en 2007 y un 2,5% en 2008, lo que reducirá la tasa de paro hasta el 7,8% al final del periodo.