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27/11/2006 | Bruselas, decidida a poner fin al aislamiento energético de España con la Unión Europea

Enrique López

El Ejecutivo comunitario impulsará la interconexión entre Francia y la península Ibérica calificada ya de interés europeo rior desa - Gómez-Navarro confiesa que no le «gustaría» que el centro de decisión de la empresa eléctrica saliera de España

 

Por fin la denuncia hecha por varios altos cargos del Gobierno español en Bruselas respecto al aislamiento energético que sufre España del resto de la Unión Europea ha cosechado sus frutos. La escasa interconexión que actualmente existe entre España y Francia ha sido ya entendida como uno de los escollos que dificulta el desarrollo de un mercado energético único en Europa, y una de las causas por las que la península Ibérica es, prácticamente, una isla en ese aspecto.
   

El comisario europeo de Energía, Andris Piebalgs, está decidido a poner fin a este problema y ha diseñado un plan de actuación consistente, en primer lugar, en la designación de un coordinador europeo, «similar a lo que hemos hecho con los coordinadores de algunos enlaces, cruciales para el mercado interior, como el transporte», ha explicado Piebalgs.
   

La línea eléctrica de muy alta tensión entre España y Francia supone uno de los elementos principales para acabar con el aislamiento de la Península con el resto de Europa y ya ha sido declarada de interés europeo. Además, durante el próximo mes de enero, Bruselas estudia incluir en su lista de redes prioritarias otros proyectos transeuropeos de energía como el gaseoducto entre España y Argelia o las interconexiones eléctricas de España con Portugal y con Marruecos.
   

El «coordinador europeo»
   

La actuación de un «coordinador energético» para España y Francia llevaría a la práctica, por primera vez, la decisión conjunta del Consejo de Ministros de la Unión Europea y del Parlamento Europeo del pasado 6 de septiembre. Dicho acuerdo establece la posibilidad de asignar a un «coordinador europeo» que facilite el desarrollo de proyectos de gas y electricidad entre varios países y que ayude a combatir el actual retraso en la construcción de las redes energéticas transeuropeas. Sus principales labores pasan por identificar los problemas, dialogar con los promotores del proyecto y las personas afectadas, mediar entre las partes y presentar un informe anual a la Comisión Europea, el cual no será vinculante.
   

Asimismo, el coordinador puede contribuir a evaluar las peticiones de ayuda financiera comunitaria que sean tramitadas para impulsar ese proyecto. Al Ejecutivo comunitario compete designar al coordinador, previa consulta con el Parlamento Europeo, y a petición de los Estados miembros.
   

No obstante, la Comisión Europea puede nombrar uno, sin una demanda previa, «cuando un proyecto declarado de interés europeo experimente retrasos o dificultades de ejecución importantes».
   

En cuanto a la selección del candidato, el portavoz comunitario de Energía, Ferran Tarradellas, considera que «deberá ser una persona de bastante nivel, que conozca los tecnicismos de la red eléctrica y con cierto peso político». Preferiblemente, no deberá ostentar la nacionalidad de ninguno de los países implicados. Un ejemplo de coordinadora europea, en ese caso lo fue de una red transeuropea de transporte, lo representó la ex vicepresidenta de la Comisión Europea Loyola de Palacio. Quien también fuera comisaria de Transportes y Energía medió en el Proyecto Transeuropeo Lyon-Turín-Budapest.
   

Piebalgs se reunió en Bruselas el pasado lunes con el ministro de Industria español, Joan Clos, quien le comunicó que España y Francia pedirían oficialmente la mediación de la Comisión Europea en los «próximos días» para revitalizar la interconexión entre ambos países. Ese mismo deseo ha expresado el ministro de Industria francés, François Loos.
   

Primeros y difíciles pasos
   

Según fuentes comunitarias, ambos representantes se han comprometido a actuar tal y como diga el coordinador, que, una vez asignado, presentará un análisis de la situación en julio del próximo año. Pero esa remisión a Bruselas le ha costado al Ejecutivo español numerosas críticas de vuelta a casa.
   

El portavoz de CiU, Ramón Companys, ha acusado al Gobierno de «dejación de responsabilidades» al asegurar que «busca una cabeza de turco para poderle cargar toda la responsabilidad y luego decir que el trazado no lo ha hecho el Ministerio y el responsable es Bruselas».
   

El senador catalán consideraba esta semana que el problema para decidir el trazado de la interconexión no es técnico sino «de incapacidad del Ministerio de Industria para tomar decisiones en un tema vital». La polémica se deriva, principalmente, por la construcción de un tramo de la línea que uniría la localidad gerundense de Figueras con el municipio francés de Baixas en la región del Languedoc-Rosellón. Este tramo ha motivado numerosas protestas en la zona, y a él se oponen ERC e ICV-EUiA, actualmente en el Gobierno de la Generalitat.  

La esperada solución a los «apagones»


«España debe conectarse con el mercado continental si quiere evitar apagones y aumentar la competencia», así de contundente se mostró el portavoz comunitario de Energía, Ferrán Tarradellas, a LA RAZÓN tras ser preguntado por la importancia de la interconexión entre España y Francia.
   
Y es que una de las principales amenazas de la Unión Europea, los «apagones» o cortes de electricidad, podría combatirse mejorando las interconexiones entre los distintos Estados miembros.
   
La Comisión Europea ha fijado las redes prioritarias de alta tensión, entre las que se encuentra la que debería unir España y Francia.
   
Así lo han corroborado los presidentes de ambos países, que piden la creación de un mediador europeo que se encargue de desbloquear el proyecto y trace la línea por la que deberá pasar el tendido eléctrico a través de los Pirineos.
   
Además, el estado actual de las interconexiones se encuentra muy lejos de los objetivos que se marcó hace ya cuatro años la propia Comisión Europea al respecto.En el Consejo de Barcelona de 2002, los Veinticinco asumieron el compromiso de alcanzar un nivel de interconexiones eléctricas, para 2005, de al menos el 10% de su capacidad de producción instalada. Actualmente, el nivel de interconexión de nuestro país se sitúa en el 4%.
   
Traducido en megavatios, la capacidad actual es de mil, cuando debería alcanzar los 4.000 megavatios. El comisario europeo de Energía, Andris Piebalgs,ha repetido en numerosas ocasiones su preocupación por las escasas interconexiones entre los Estados miembros, y en especial, con España. Así lo hizo constar en el Libro Verde de la Energía, presentado el pasado mes de marzo.
   

La Razón (España)

 



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