LONDRES.- Gran Bretaña enfrenta actualmente dos problemas graves: la peor crisis económica desde la Segunda Guerra Mundial –lo que podría acarrear una recesión– y un índice de desempleo que afecta sobre todo a jóvenes y que llegó a su nivel más alto en 16 años.
El
informe semestral de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS), dado a conocer
el miércoles 15, advierte que el índice de desempleo en el Reino Unido subió a
8.4% en el último trimestre de 2011, signo inequívoco del agravamiento de la
situación económica del país.
Lo
anterior se traduce, indica la ONS, en 2.67 millones de personas sin trabajo,
un aumento de 48 mil casos desde el trimestre anterior. Además señala que el
número de ciudadanos que cobraron el seguro de desempleo en enero se incrementó
en 6 mil 900, hasta llegar a 1.6 millones.
Respecto
a los jóvenes desocupados, la ONS reporta que la cifra aumentó en 22 mil casos
y llegó a 1.04 millones, lo que elevó a 22.2% el índice de desempleo para
británicos de entre 16 y 24 años, hecho sin precedente en la historia del Reino
Unido.
Ante
este panorama, el gobierno de coalición que encabeza el conservador David
Cameron anunció una serie de medidas, entre ellas incentivos a compañías
privadas y a organizaciones no gubernamentales para que se sumen a un programa
nacional de empleo para jóvenes sin trabajo.
El
proyecto –anunciado días después del informe del ONS por el viceprimer ministro
británico, el demócrata liberal Nick Clegg– implicará una inversión de 126
millones de libras esterlinas (unos 200 millones de dólares) y pretende que 55
mil adolescentes británicos que abandonaron los estudios por sus bajas
calificaciones obtengan un empleo o un entrenamiento con salida laboral.
El
objetivo “es sacar a los jóvenes de sus living rooms, lejos de la televisión y
llevarlos al mundo del trabajo”, explicó Clegg.
Sin
embargo, la oposición laborista declaró que el proyecto no ayudará a la mayoría
de los jóvenes desempleados; muchos de ellos tienen título universitario y
buenas calificaciones, a pesar de lo cual no han logrado ingresar al sistema
laboral.
Los
problemas para la economía británica parecen no tener fin este 2012; por lo
menos así lo expresó el gobernador del Banco de Inglaterra (el Banco Central),
Mervyn King, quien destacó que la evolución de ésta “será volátil” y marcará un
rumbo en zigzag este año, al entrar y salir de forma alternada de la zona de
crecimiento.
Según
King, pese a los vaivenes de la economía el índice inflacionario seguirá
bajando en los próximos meses hasta alcanzar la marca de 1.8% en 2014, después
del 5.2% de 2011. Esto explica por qué se consolidó el aumento al IVA de 17.5 a
20%, una medida que ha sido criticada por numerosos sectores productivos del
país.
Al
presentar el miércoles 15 su informe periódico sobre inflación, King subrayó
que encuestas realizadas entre las empresas en los primeros meses de 2012
apuntan a un “leve” crecimiento, lo que permitiría evitar otro trimestre de
retroceso.
El
Producto Interno Bruto (PIB) británico cayó 0.2% entre octubre y diciembre del
año pasado, si bien el crecimiento total en 2011 fue de 0.9%.
En caso
de que en el primer trimestre de 2012 el crecimiento fuera negativo, el Reino
Unido entraría técnicamente en recesión, la segunda desde la crisis de 2008.
King indicó que la crisis de la Eurozona sigue siendo un gran riesgo para la
economía británica.
“La
consolidación fiscal, las condiciones difíciles de crédito y el debilitamiento
de nuestros principales socios comerciales en el mundo están afectando nuestro
crecimiento”, afirmó en su reporte el gobernador del Banco de Inglaterra.
Añadió:
“La necesidad subyacente para reparar el déficit público significa que el
camino hacia la recuperación será lento e incierto”.
A
comienzos de febrero el Banco de Inglaterra decidió aumentar en 50 mil millones
de libras (unos 80 mil millones de dólares) su programa de compra de activos
para reactivar la economía hasta un total de 325 mil millones de libras (más de
500 mil millones de dólares).
La
entidad advirtió que pese a ese estímulo el crecimiento seguirá siendo bajo,
con una previsión para este año de sólo 1%, aunque podría aumentar a 1.8% el
año próximo, dependiendo de la situación en la zona del euro y otros factores
externos.
El
fantasma de la recesión
Los
temores ante una eventual recesión en el Reino Unido se sintieron con fuerza en
el mundo empresarial del país.
Un
sondeo del influyente Instituto de Directores (ID), elaborado con base en
entrevistas a mil dueños de empresas británicas, señala que 53% de los
consultados cree que existe un riesgo moderado de recesión.
La
economía británica se contrajo en el último trimestre de 2011, debido sobre
todo a los problemas de deuda en la eurozona, y serán las soluciones que se
adopten en los países de la región las que contribuirán a evitar una recesión
en Gran Bretaña, según la mayoría de los entrevistados por el ID.
Por su
parte, el Instituto Nacional de Investigaciones Económicas y Sociales vaticinó
que el Reino Unido entrará en recesión en la primera mitad de 2012, si bien
consideró que ese ingreso a terreno negativo podría no ser tan dramático como
algunos economistas ya están adelantando. (Una recesión económica es definida
como dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo.)
El
sondeo del ID destacó además que sólo 11% de los empresarios cree que existe un
bajo o muy bajo riesgo de que el país entre en recesión en 2012; 43% considera
que una eventual recesión será corta y ligera, y sólo 10% cree que la
contracción será larga y profunda.
La
principal fuente de preocupación de los empresarios británicos es el futuro del
euro: más de la mitad de los directores de empresas temen que haya un alto o
muy alto riesgo de un quiebre de la Eurozona este año.
“El
mensaje resonante de este sondeo es el rol crítico de la confianza en el ciclo
económico”, declaró Graeme Leach, economista jefe del ID. “Si la crisis del
euro se estabiliza, la confianza podría regresar relativamente rápido y las
compañías podrían poner en marcha planes de inversión y reclutamiento de
empleados, que estaban suspendidos desde el año pasado”, agregó.
La deuda
gubernamental es de 93 mil 500 millones de libras (148 mil 270 millones de
dólares) hasta el año fiscal vigente; en el periodo 2010-2011 fue de 109 mil
140 millones de libras (173 mil millones de dólares).