De repente todos son amigos. Después de firmar los nuevos contratos, que suponen fuertes perdidas para las empresas extranjeras, todo eran «buenas caras» por parte de los representantes de los gobiernos español y boliviano.

Incluso el secretario de Estado español de Asuntos Exteriores, Bernardino León (quien llegó la tarde del sábado a Bolivia) garantizó que la empresa hispano-argentina, Repsol YPF, realizará nuevas inversiones en el país.

El anuncio fue hecho tras la firma del nuevo contrato petrolero entre Repsol YPF y el Estado boliviano. «Vamos a invertir en los próximos años una cantidad similar para asegurar, fundamentalmente, el cumplimiento (del suministro) con Argentina», señaló la autoridad designada por el Gobierno español para ser el interlocutor oficial en este proceso de negociación.

«El Gobierno español está satisfecho en la medida en que la empresa está satisfecha. Conseguimos lo que nos habíamos propuesto», dijo León, quien destacó que fue «una negociación muy compleja» y por eso Repsol YPF ha sido la última empresa petrolera en cerrar el acuerdo, «tras ciento ochenta días menos diez minutos».

Desde 1997 a la fecha, Repsol YPF invirtió 1.167 millones de dólares en la exploración y explotación o producción de gas. Pero a partir de la promulgación de la Ley de Hidrocarburos (3058), el año 2005, la petrolera paralizó sus inversiones.
Consultado por la prensa local sobre las posibilidades de participar, junto a Bolivia, en la industrialización del gas, Bernardino León respondió que éste «es una tema que ahora comienza y por supuesto que sí».

El compañero Zapatero

La admiración es reciproca. El Presidente de la Repúbica, Evo Morales, expresó ayer su confianza en el apoyo del presidente del Gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero, para sacar a Bolivia del atraso.

En su discurso al concluir la firma de los contratos con las empresas petroleras que operan en el país Morales aprovechó la oportunidad para expresar que España es un socio estratégico de Bolivia y que Zapatero es una garantía y una esperanza para que Europa abra sus puertas al país.

«Este acuerdo consolida esa amistad, a ese socio estratégico en lo económico y en lo político. Las veces que conversé con el compañero Zapatero, entendí perfectamente sus preocupaciones por nuestro país», anotó.

Comentó que el presidente del Gobierno de España, antes de las elecciones generales que se realizaron en el país, se comprometió a duplicar la cooperación a Bolivia.

«Estoy seguro de que sus compromiso serán cumplidos para que pronto podamos dejar de tener problemas económicos en el país», señaló. Morales reiteró a los representantes de las empresas petroleras que operan en el país, el compromiso de respetar los contratos que se suscribieron, lo que significa brindar la seguridad jurídica reclamada permanentemente.

En el mismo escenario donde hace una década se firmaron los contratos de capitalización, el gobierno de Morales consolidó el proceso de nacionalización con la firma de ocho nuevos contratos petroleros con los que, dentro de cuatro años, prevé lograr ingresos de 4.000 millones de dólares anuales.

El Auditorio del Palacio de Comunicaciones fue elegido por el Ejecutivo para la firma de los nuevos contratos, que se sumaron a los que un día antes se habían firmado con la francesa Total y la estadounidense Vintage.

«Misión cumplida, misión cumplida con todo el pueblo boliviano», anunció el Jefe de Estado, luego que los ejecutivos de las empresas desfilaran delante suyo para firmar los contratos que recuperan la propiedad de los recursos hidrocarburíferos para el Estado, que se beneficiará con el 82% del negocio y, en lo inmediato, con ingresos superiores a los mil millones de dólares anuales, según explicó el presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos, Juan Carlos Ortiz.

«Con estos contratos queremos resolver los problemas económicos del país... sentamos soberanía sobre nuestros recursos sin expulsar a nadie, esta es la nacionalización sin indemnización», enfatizó el Jefe de Estado, frente a un auditorio repleto de autoridades, ejecutivos de las empresas y diplomáticos.

Luego recordó que con los viejos contratos, el país recibía 250 millones de dólares anuales, suma que se duplicó con la Ley 3058 y que ahora, con la nacionalización, supera los 1.000 millones de dólares anuales.

El presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Juan Carlos Ortiz, anunció ayer que en los próximos días continuarán las negociaciones con las petroleras capitalizadas para la compra de las acciones que permitan al Estado tener una participación del 50% más uno en esas empresas y que también quedan pendientes las conversaciones para establecer el nuevo precio del gas con Brasil. «El tema de precios y de la compra de acciones en las refinerías, al igual que Transredes, Chaco y Andina, se seguirá avanzando, pero el plazo del 28 de octubre era para el tema de los contratos de exploración y producción», señaló Ortiz.

Petrobras envió ayer un comunicado en el que aclara que el acuerdo firmado en la víspera con Yacimientos no incluye temas como el precio del gas y el de las refinerías y que el contrato firmado permitirá la permanencia de esa empresa brasileña en Bolivia «en los negocios de exploración y producción de gas en los campos San Alberto y San Antonio».Falta de concreción en los detalles técnicos

Las autoridades todavía no han difundido los detalles técnicos de los nuevos contratos suscritos.

Sin embargo, el ministro de Hidrocarburos, Carlos Villegas, confirmó que el Estado no recibirá exactamente el 82% de las ganancias en todos los negocios con las transnacionales. Tampoco se sabe exactamente qué pasará con Andina, la filial de Repsol, ya que el gobierno boliviano quiere su control.

Nadie cede gustosamente sus ingresos, la negociación ha sido más dura con las empresas que perderán más, reveló Villegas, sin identificar a cuáles se refería.
Antes de la nacionalización, el Tesoro General de la Nación recibía menos de 250 millones año del negocio petrolero. Después de la modificación de la Ley de Hidrocarburos se llegó a 500 millones. Tras la nacionalización pasaremos de los 1000 millones de dólares anuales, aseguró Morales.

El Presidente calcula que de aquí a cuatro años el país percibirá sólo del negocio energético más de cuatro mil millones de dólares.

La nacionalización de hidrocarburos que ha liderado el presidente Evo Morales, es la tercera en la historia de Bolivia, y en este caso no incluyó confiscaciones de activos pero declaró como propiedad estatal toda la producción de crudo y gas.

Mediante los nuevos contratos, las transnacionales se convertirán en operadoras de YPFB. Los contratos también prevén compromisos de inversión de unos 2.100 millones que garantizan a la nación andina más exploraciones y un incremento de producción, elementos claves para mejorar sus exportaciones de carburantes sobre todo hacia la vecina Argentina.