Navidad siempre ha sido ese momento en donde preferimos hacer pausa y, en estos tiempos cuando todo lo que nos rodea está politizado y polarizado, ese refugio se ha hecho más necesario.

Nos viene un nuevo año de temer, con un régimen que no posee liderazgo, el cual en medio del éxtasis electoral tomó decisiones que tan solo fueron el preludio al cierre de muchas empresas medianas, que generarán grandes cuotas de desempleados (mientras se hacen llamar los defensores del obrero). Créditos otorgados por bancos del Estado que nadie pagará y que solo empeorará la situación ya precaria en la que se encuentra la economía nacional.

Un régimen que solo aprendió a dar y jamás a fomentar la producción, hoy en día se encuentra con unas arcas en picada y forzado a tomar decisiones no populares en lo que pareciera un año no electoral. Se ve obligado a tender puentes en la búsqueda desesperada de compartir culpas, pero no de encontrar soluciones, no solo tiene un país endeudado económicamente con otras naciones, sino que le debe a su población explicaciones que prefiere no dar.

Sin duda a partir de un par de días el ensoñamiento navideño se nos comenzará a ir de la manera más abrupta. Sin embargo, de estos días que restan, rescatemos el significado de la festividad; creer que desde el encuentro entre iguales nacerán las vías que nos guiarán a la salvación, pero solo desde allí: del amor desinteresado y la fe en Dios.

No dejemos pasar estas fechas en vano, recarguemos la fe. Estas navidades nos dieron un inicio que nos sirvió como un respiro, los triunfos de la Unidad en las ciudades más importantes del país y esos espacios recuperados que demostraron que la fuerza oficialista no es lo que dice ser. Desde allí fomentemos la construcción de abajo hacia arriba, desde esas alcaldías que se transforman en podios para la nueva generación que pretende transformar el poder local, activemos las luchas comunitarias con mayor fuerza.

En un año como este, donde el miedo pretende imponerse, seamos los ciudadanos quienes de manera democrática lo frenemos. Vamos hacerle frente al miedo con la fuerza más poderosa: la voluntad. Que a ese miedo de perder lo material que el régimen busca que sientas, se le enfrente el amor por tu país y el futuro en libertad plena de tus hijos. No perdamos la fe de que ante un 2014 que el régimen sentenció a ser un año de pérdida, los ciudadanos podamos transformarlo en el año de la oportunidad.

@darioramirez

Concejal del Municipio Sucre, Edo. Miranda