El PNUD presentó el Informe Mundial de Desarrollo Humano 2013. Iniciado en 1990 es hoy el más consultado sobre el progreso de las naciones. Retó a los índices macroeconómicos ortodoxos usuales que solo rankean a los países por el crecimiento de su producto bruto general, y per cápita. No dan cuenta de lo que sucede con la vida real de la gente. Pueden crecer, y sin embargo, si hay mucha desigualdad no llegará nada a la mayor parte de la población. Así en la dictadura de Pinochet en Chile, el producto bruto aumentó pero la pobreza se duplicó.

El índice de desarrollo humano, en cambio mide desigualdad, acceso a educación, mortalidad materna e infantil, esperanza de vida, discriminación de género, reflejando si la calidad de vida de la gente está mejorando o no.

En el 2013, una vez más Noruega es el número 1, entre todos los países del mundo.

La pobreza es casi cero, la desocupación bajísima, es líder mundial en eliminación de la discriminación hacia la mujer, la esperanza de vida es de las mayores, la mortalidad infantil y materna de las más bajas, preserva activamente el medio ambiente, y al mismo tiempo tiene un vigoroso crecimiento económico, y es un país de punta en avance tecnológico.

The New York Times (28/01/13) señala: "Los noruegos disfrutan de cobertura de salud universal, universidades públicas subsidiadas que son casi gratuitas, y un generoso sistema de seguridad social. Tienen una expectativa de vida mayor a los promedios, aire más puro, y están más satisfechos con sus vida que los residentes de la mayoría de los países industrializados".

Además, está entre los primeros en la tabla de Transparency International de eliminación de la corrupción, y tiene una de las tasas más bajas de delictualidad del planeta.

¿Cómo lo logro?

Es todo el modelo socioeconómico el que genera esos resultados. Descansa en un gran pacto nacional entre los partidos políticos, los empresarios, los sindicatos, y la sociedad civil, en construir un país con alta equidad. Tiene uno de los menores, coeficiente Gini, (el índice que mide la desigualdad en la distribución de los ingresos).

Se podrá argumentar, son solo 6 millones, y tiene petróleo. No basta, Guinea Ecuatorial también tiene una población reducida, y mucho petróleo. El 80% de la población está en pobreza, y la justicia de EEUU incautó recientemente los bienes en el país, del hijo del dictador que tenía yates, aviones privados, y compró por una cifra multimillonarias objetos de la colección de Michael Jackson, mientras más 100 niños de cada mil mueren antes de cumplir un año.

El modelo noruego, maximiza la inversión en educación y salud. Ellos son dos grandes igualadores en cualquier sociedad. Asimismo enfatiza, los valores éticos en todos los planos. Un 70% de la población hace trabajo voluntario, ayudando a las políticas públicas, y los programas sociales. Consecuente con el modelo es uno de los mayores donantes, sin condiciones, del sistema de las Naciones Unidas.

Ética más equidad, educación, y salud, una combinación ganadora.

En edición el nuevo libro del autor

"Ética para empresarios".

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