Argentina ocupó el anteúltimo lugar en un ranking el que empresarios evaluaron la capacidad de los gobernantes para manejar crisis, elaborado por el Foro Económico Mundial (WEF, sus siglas en inglés) y presentado en Davos, en la tradicional cumbre anual. Creen que existe poca efectividad en el manejo de la crisis global y sus impactos, el país ocupó el puesto 138 del listado y sólo superó a Venezuela. Se ubicó inclusive dos puestos por debajo de Grecia. Otros países de la región, como Chile (10), Brasil (45), Perú (59) y Uruguay (61) quedaron mucho más arriba.

La encuesta involucró a 14.000 empresarios de todo el mundo, a quienes se les pidió que evaluaran de uno a siete la efectividad de sus respectivos gobiernos para manejar situaciones de crisis. Cómo evaluaría la eficacia global de su gobierno en la gestión de riesgos, en el monitoreo, preparación, respuesta y mitigación ante los mayores riesgos globales?, se les preguntó. Una calificación de 1 significaba falta de efectividad en el manejo de la crisis y un 7, efectividad. La Argentina obtuvo 2,08 puntos.

Luego se les consultó a los empresarios: ¿Cuál sería la capacidad de su país para adaptarse o recuperarse del impacto nacional de este riesgo global? Ahí la Argentina corrió mejor suerte y ocupó el puesto 41 del ranking.

La percepción de los empresarios dista del impacto de la crisis en los distintos países del mundo. Singapur, Qatar, Omán, Emiratos Árabes y Canadá encabezaron el ranking. Con la excepción del tigre asiático y Canadá, se trata de países con una fuerte desigualdad de clases.

El Reino Unido ocupó el puesto 19, Estados Unidos, el 29 y China, el 30. Los países de Europa más afectados por la recesión terminaron a medio camino. Italia ocupó el puesto 38, Portugal, el 51 y España, el 53.

La percepción que los empresarios encuestados tienen sobre el país coincide con otros estudios sobre clima de negocios y tratamiento de inversores, pero no coincide con la situación macroeconómica.

Para el Gobierno de Cristina Fernández de  Kirchner será decisivo el conjunto de medidas que lance (en un año atravesado por las elecciones legislativas) que evalúa modificaciones en el Impuesto a las Ganancias, acuerdos salariales cerrados para marzo en los principales sectores y la ampliación de los planes sociales para la población más vulnerable. Las tensiones serán profundizadas más por pujas de corte político que por cuestiones de números, dado el duro enfrentamiento que la Casa Rosada tiene con los líderes de los sindicatos y los partidos opositores. Los vencimientos de deuda en 2013 alcanzan los 9.300 millones de dólares de capital y unos 5.900 millones en intereses, equivalente a unos 15.200 millones, no mucho menos que los 15.478 millones de 2012, aunque bajará la proporción del pasivo con los acreedores privados hasta los 5.500 millones contra 7.400 de este año. Los fondos que no vayan a la deuda serán volcados por el Gobierno al mercado interno y a inversiones para resolver problemas urgentes, como el déficit energético a través del aumento de la producción petrolera de la mano de YPF y una eventual nacionalización de firmas eléctricas como Edenor, Edesur y Transener. Ante la menor necesidad de dólares para compromisos externos, la AFIP flexibilizará la comercialización de dólares para turismo pero permanecerá el cepo total para el mercado inmobiliario, el cual se intensificó en tiempo récord con un consecuente desplome de actividad que terminó repercutiendo en la construcción, que cayó 3 por ciento este año. Ahí atacará la Casa Rosada con el plan de obras "Más Cerca", que destinará unos 3.547 millones de pesos sólo en la provincia de Buenos Aires, mientras continúe el desarrollo del plan hipotecario Procrear en todo el país, que alcanzaría las 100.000 viviendas en el año que inicia.

¿Por qué el Gobierno se empecina en alentar niveles inflacionarios tan elevados? El Gobierno usa la inflación para financiarse, es un impuesto que no está legislado con lo cual en ese sentido sería hasta inconstitucional. Es el peor de los impuestos porque lo pagan los más pobres, hay solo tres países en el mundo que tienen más inflación que Argentina, que son Sudán del Sur, Sudán y Bielorrusia. Es una política que nadie usa, habla de una falta de habilidad para llevar la política fiscal de una manera ordenada y es una política de las primeras a ser revertidas y corregidas.