Justo en el año en que multiplica sensiblemente su producción, superando la media del 5%, es cuando el Cono Sur más necesita apertura comercial para mercancías primarias y manufacturas a Estados Unidos, Europa y Asia. Y mientras Chile lo logró, el MERCOSUR llega a las puertas de grandes tratos y termina en portazo.

Incluso en sus relaciones intrarregionales se encuentra con problemas entre Brasil y Argentina pues este país reclama salvaguardias para proteger su industria de la invasión de productos brasileños, sus agropecuarios cierran la frontera al arroz uruguayo o en Buenos Aires complica la entrada de bicicletas uruguayas.

Argentina también acumuló tensiones con Chile por designar un canciller que antes había criticado su política energética por no poder cumplir con el suministro de gas para energía que había firmado con los gobiernos en Santiago y Montevideo.

La sucesión de frustraciones, calificada para consumo externo como éxito, comenzó en setiembre de 2003 con el fracaso de la reunión ministerial en Cancún (México), sin fórmula de salida para la Ronda Doha de la Organización Mundial de Comercio, por rechazo de Brasil y el Grupo de los 20 a abrir nuevos temas.

Luego de la propuesta europea y estadounidense a mitad de este año para eliminar en conjunto los subsidios a la exportación, el propio canciller brasileño, Celso Amorim, ya adelantó que no alcanzará la próxima reunión ministerial en Hong Kong (China) de OMC y tardará un acuerdo hasta mitad de 2006 por lo menos.

Brasil optó por una política global de ser tratado a igual nivel por China, India y Rusia, agregando en un denominado eje sur-sur acuerdos con países musulmanes, el bloque sudafricano y la Comunidad Andina de Naciones.

El empantanamiento del Área de Libre Comercio de las Américas, de 34 países copresididos por EEUU y Brasil, continúa desde su última cita en Miami en noviembre de 2003, pero hubo acuerdos de Washington con Chile, Centroamérica y tratativas con países andinos por separado, aunque no con MERCOSUR, que se ganó la crítica ácida de Robert Zoellick, secretario de Comercio de la Casa Blanca.

Levantar este mes las banderas de Sudamérica en Cuzco y Ouro Preto fue la respuesta del presidente Lula Da Silva para ampliar el bloque MERCOSUR a la Comunidad Sudamericana de Naciones (CAN), en un impulso acelerado en el que encontró la compañía del mandatario peruano, Alejandro Toledo, para quien se trata de "un nuevo país con 361 millones" en uno de los bloques "más grandes del planeta"

A partir de la Comunidad Sudamericana de Naciones, y agregando a México, Cuba y países centroamericanos, el electo secretario general de la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI), el canciller uruguayo Didier Opertti, aspira desde marzo próximo a constituir el Espacio Económico Latinoamericano, que será "la orientación que inspirará a ALADI".

El consultor de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Jeff Johnson, aseguró que "las regiones del mundo en donde hubo un crecimiento débil de la productividad o una reducción del mismo, y donde la pobreza es constante o se incrementó, son Latinoamérica y el África subsahariana."

Este es el desafío ampliado al continente de la Administración Lula que se inició con la promesa de un Plan Hambre Cero, que no logró frutos suficientes ante 33 millones de sudamericanos entre 53 millones de latinoamericanos desnutridos.

La Iniciativa de Infraestructura Regional Sudamericana priorizó 30 proyectos de carreteras, energía y comunicación para favorecer la economía regional, a los que se agregará un plan de emergencia social para 10 países, según el vicepresidente electo de Uruguay, Rodolfo Nin, delegado ante MERCOSUR del nuevo gobierno que asumirá en marzo que desea "empezar a soñar con la integración sudamericana (...) que a la gente le debe servir"

Desde Chile la perspectiva es más crítica, como la de Osvaldo Rosales, director de Relaciones Económicas Internacionales, quien admitió que "nada nos gustaría más que marchar en dirección a la unidad sudamericana, pero lo peor que podemos hacer es pedir a un niño, apenas preparado atléticamente, que corra un maratón".

Y mucho peor cuando el niño pierde atractivo al comportarse problemático, al punto que fuentes del nuevo Comisariato de Comercio europeo creen que cayeron en diciembre "en un callejón sin salida" al reiniciar contactos con MERCOSUR,

El eurodiputado Raimón Obiols, quien preside la Conferencia de Presidentes de Delegaciones Interparlamentarias, retruca que ninguna discusión cambió la meta de llegar a 2010 con un trato de Unión Europea y el conjunto de América Latina para lo cual no niega que están presionando a sus gobernantes.

Mientras tanto, Arantcha González, saliente portavoz de dicho Comisariato, dijo a RADIO NEDERLAND que en la Comisión Europea "no hay ningún sentimiento de frustración" por no haber firmado ya en octubre el tratado con los cuatro países del Cono Sur.

Comparativamente, China ha sido el mejor aporte de demanda que Argentina y Brasil tuvieron en 2004, aún antes de tener un acuerdo comercial con el Mercosur, que se complica porque Paraguay es el único país sudamericano que reconoce a Taiwán como país separado ante ONU, siendo parte del bloque del sur.

Los contactos de Lula habían empezado primero con India en enero pasado, pero fue la gira en noviembre del premier chino Hu Jintao la que aceleró promesas de inversión de más de 20 mil millones de dólares a cada país grande de MERCOSUR pero sólo tras conseguir de ambos la categoría de "economía de mercado".

Esa declaración evita que se pueda cuestionar a Beijing como rey del dumping y la competencia desleal, o impedir el ingreso masivo de textiles y calzado de bajísimo precio, lo que ha preocupado sobremanera a industriales argentinos y brasileños, según opinó el dirigente empresarial Gustavo Segré.

India, que aspira a superar a China en menos de dos décadas, logró en la cumbre de Ouro Preto del MERCOSUR, un acuerdo de preferencias fijas con descuento de 10% a 20% en los aranceles de 900 productos, a cambio del apoyo a la pretensión brasileña de un puesto permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU.

El presidente Néstor Kirchner, por su parte, viene de atar compromisos con su colega de Pakistán Pervez Musharraf, interesado en la "evolución de las relaciones bilaterales" y en comprarle un satélite argentino por cien millones de dólares. A la vez, esta dispuesto a votar que la silla permanente en el Consejo de Seguridad sea alternada por Buenos Aires y Brasilia.

El premier paquistaní estuvo también en Brasil, donde -sin obviar su competencia- dijo que está en "proceso de acercamiento" con su vecina India, con la cual integra el Club Nuclear, y que también desea un acuerdo 4 más 1 con MERCOSUR.

La visita de mandatarios a la zona incluyó al rey Mohamed VI de Marruecos, que cerró en Brasilia un acuerdo marco, aunque la lista de bienes estará en 2005 tras la cumbre de países musulmanes con el Cono Sur, cuando firmará "un instrumento más amplio de libre intercambio entre Marruecos y el MERCOSUR".

Y en tren de canjear aperturas comerciales por apoyos políticos en los organismos internacionales, tampoco pasó inadvertida la visita del presidente ruso Vladimir Putin quien prometió el apoyo a Brasil en el Consejo de Seguridad a cambio del voto brasileño al ingreso de Rusia a la Organización Mundial de Comercio.

Termina así un año de intensos contactos, en los que Brasil puso al MERCOSUR en el mapa de las grandes potencias como interlocutor chico problemático, sin el mismo atractivo de niña bonita como para crecientes potencias -como China, India y Rusia- o bloques medianos -como el sudafricano, musulmán o andino-.