Se ha convertido en la mayor organización delictiva dedicada a los secuestros; también asesinaron a ocho marineros.
La piratería somalí se ha convertido en la mayor organización delictiva dedicada a los secuestros, según se desprende de los datos ofrecidos este martes por la Oficina Marítima Internacional (IMB, por sus siglas en inglés).
Sólo el pasado año, los bucaneros capturaron en el mundo a 1.181 personas (1.016, en las costas somalíes) y asesinaron a ocho marineros, en unas cifras que contrastan con los 188 rehenes de 2006 y los 1.050 de 2009. En total, se produjeron 445 ataques, un 10% más que en 2009.
De igual modo, los piratas ampliaron su radio de acción en el Océano Indico, al llegar por primera vez hasta el canal de Mozambique.
“Estos números son las más altos que hemos visto nunca”, afirmó en un comunicado el director del Centro de Denuncias de Piratería del IMB, Pottengal Mukundan, quien considera “alarmante” esta situación.
Siete millones de euros en rescates
En la actualidad, los secuestros en la costas de Somalia suponen el 92% de todas las capturas de barcos, con 49 navíos atrapados. Y en un negocio que proporciona pingües dividendos, lo cierto, es que la situación no muestra demasiados visos de modificarse.
El pasado mes de noviembre, gracias a la liberación del superpetrolero surcoreano “Samho Dream”, los bucaneros recibieron un rescate de 9,5 millones de dólares (más de 6,7 millones de euros), en lo que se convertía en el máximo histórico logrado por la “divisa” somalí.
El buque y sus 24 tripulantes -19 filipinos y cinco surcoreanos- fueron secuestrados cinco meses antes en aguas del Índico cuando llevaban un cargamento de crudo valorado en 170 millones de dólares desde Irak a Estados Unidos. Una situación que demuestra lo provechoso que resulta el negocio pirata en las costas del golfo de Adén y que provoca que, a día de hoy, cerca de 28 barcos y 600 rehenes (dos de ellos españoles) continúen todavía presos.