Mientras la Policía israelí ha anulado todas las vacaciones de sus agentes en esas fechas y lleva a cabo entrenamientos y simulacros de choques, el ejército instruye a los responsables de seguridad de las colonias ante el temor que las marchas populares de los palestinos penetren en los asentamientos repartidos por toda Cisjordania. Los órganos de seguridad de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) también se preparan teniendo en cuenta que la consigna de Abu Mazen es clara: "Alentar y permitir sólo manifestaciones y marchas pacíficas".

Muchos de los entrevistados no conocían el documento revelado hace una semana por el diario israelí 'Haaretz'. Un plan militar que, si es cierto, establece "dos líneas de defensa" en los asentamientos. Si los palestinos traspasan la primera, serán frenados por las tropas con métodos antidisturbios como gases lacrimógenos y granadas de estruendo. La segunda raya, la llamada "Línea Roja" es más letal al estar más cerca de las casas. Los soldados dispararán a las piernas contra los que crucen esta línea siguiendo el criterio de actuación en las fronteras con Líbano y Siria.

'Los colonos tendrán licencia para disparar'

"Yo no entiendo de líneas defensivas. Sólo te digo que el terrorista que se cuele en mi comunidad y ataque mi familia será la última cosa que haga en su vida", advierte un colono. En el núcleo más radical, circula un plan distinto al del ejército llamado "Septiembre de la amenaza a la oportunidad. Cambio de las reglas de juego". "El objetivo de los palestinos es usar a la enfadada multitud palestina desarmada para que se abalance sobre nuestras comunidades con el objetivo que tengan víctimas y heridos", se puede leer antes de dar con la respuesta: "Colocar a nuestras mujeres y niños en la entrada para evitar que entren. Mujer contra mujer, niño contra niño".

Según el diputado árabe israelí, Ahmed Tibi, "la noticia publicada en 'Haaretz' refleja que los colonos tendrán licencia para disparar a los palestinos". El líder del Consejo de Asentamientos, Dani Dayan, lo niega. "El ejército es el único encargado de garantizar nuestra seguridad y así seguirá siendo. No hay ningún cambio", afirma a ELMUNDO.ES.

Responsables militares han recorrido las colonias más cercanas a aldeas y ciudades palestinas con el objetivo de detectar "puntos débiles". "El ejército mantiene un diálogo necesario con los responsables de seguridad en las colonias para alertar sobre los posibles escenarios y preparar la mejor defensa", responde una portavoz militar.

'Intento de dañar símbolos del Estado'

Avi Mizrahi, jefe del Comando Central (encargada de Cisjordania), confía en la colaboración con la seguridad de la ANP para evitar disturbios. Hace unos meses, la cúpula militar pronosticaba "masivos desórdenes públicos, marchas hacia los principales cruces, comunidades israelíes y centros educativos e intento de dañar símbolos del Estado".

Se contempla todos los escenarios. Desde lanzamiento de piedras en diferentes puntos de la frontera entre Israel y Cisjordania hasta una Tercera Intifada incluyendo atentados, ya sean de algunas facciones o "acciones aisladas" como la que hace más de una semana protagonizó un palestino hiriendo a ocho israelíes cerca de una discoteca en Tel Aviv. Tras la detención esta semana de varios comandos cerca de Jerusalén, se teme que el grupo islamista Hamas intente despertar sus células en Cisjordania para lanzar atentados.

El mensaje en Israel es, como suele pasar, doble y confuso. Por un lado, los ministerios más importantes estarán en alerta a partir del 19 de septiembre, un día antes del inicio de las sesiones de la ONU. Por otro, varios ministros envían mensajes tranquilizadores afirmando que "no habrá ningún 'tsunami' ni Intifada y tras septiembre vendrá octubre".

En Ramala, el secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Yasir Abed Rabbo acusó el pasado jueves a Israel de "incitar y alimentar el pánico ante unas manifestaciones que serán completamente pacíficas". El propio Abu Mazen fue rotundo esta semana: "Mientras yo sea presidente, no aceptaré una Intifada armada".