Máximo Kirchner -hijo de la presidenta de Argentina, Cristina Fernández- desafió hace unos días a la oposición en su primera -y de momento última- intervención pública. El fundador de la organización juvenil pro gubernamental La Cámpora, les retó a enfrentarse en las urnas con su madre. «¿Por qué no compiten con Cristina, le ganan y sanseacabó?», dijo rodeado de miles de leales a su madre en el estadio de fútbol de Argentinos Juniors.

El heredero del matrimonio presidencial más rico de Argentina desde que el país recuperase la democracia en 1983 -y quizás de la historia- sabía cuando lanzaba el guante de la «re-reelección» que la Constitución prohíbe a un presidente serlo tres veces consecutivas. Es decir, que no se puede presentar a las elecciones del próximo año.

Dicho esto, el mensaje de Máximo, de 37 años, sin estudios universitarios ni militancia política hasta que sus padres llegaron a la Casa Rosada, no cayó en saco rato. Federico González y Cecilia Valladares Consultores, realizaron una encuesta que arroja malas noticias para la familia «kirchnerista»: Su madre, si hoy fueran las elecciones y pudiera presentarse, perdería con cualquiera de los candidatos del arco opositor. Y él cosecha una imagen negativa del 51,1 por ciento.

Massa y Macri

Sergio Massa, ex jefe de Gabinete de Cristina Fernández, y Mauricio Macri, jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, son los dos candidatos de la oposición que concentran mayor respaldo en el electorado. En el primer caso, el líder del Frente Renovador (FR) ganaría con un 45,1 por ciento de los votos frente a un 34,9 por ciento que cosecharía -hipotéticamente- la viuda de Néstor Kirchner (Frente para la Victoria). Un 13,8 por ciento votaría en blanco y un 6,2 por ciento manifiesta en el sondeo no tener decidido el voto.

Siempre en un escenario de segunda vuelta, ya que en primera ningún candidato podría alcanzar suficientes votos para llegar a la Presidencia, frente a Macri (Pro) Cristina Fernández tendría una leve mejoría en las urnas, pero también perdería. El expresidente de Boca Junior la derrotaría con un 38,9 por ciento y ella contabilizaría un 36,5 por ciento. El resto se repartiría entre un 19 por ciento, que votaría en blanco, y un 5,6 por ciento que no sabe o no quiere contestar.

Hay un tercer candidato incorporado en el sondeo, pero que no pertenece a la oposición. Por el contrario, hoy por hoy se presenta como el heredero o deflín (nunca confirmado por la presidenta) del Gobierno a la Casa Rosada. Se trata del gobernador oficialista de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli. A éste, que defiende a Cristina Fernández y a la que se somete desde que Néstor Kirchner llegara al poder en mayo de 2003, sería al único candidato que la presidenta de Argentina podría vencer en las urnas. Scioli perdería con un 28,8 por ciento frente al 32,7 por ciento que obtendría la jefa del Estado.

En este escenario, las palabras de Máximo y su convicción de que Cristina, como se refiere a su madre, es invencible, parece que se las llevará el viento. Lo mismo sucede con su futuro en la política. La misma consultora sondeó la imagen del hijo de la presidenta, prácticamente mudo hasta hace un par de semanas. El resultado no le auspicia nada bueno. Para el 43,6 por ciento es «muy mala», mientras que el 7,5 por ciento opina que es «mala». La suma le da una imagen negativa del 51,1 por ciento. Por otro lado, Máximo tiene consuelo. Hay un 20,9 por ciento que ve su figura como «muy buena» y un 11,9 como «buena».

El kirchnerismo busca alguien de la propia tropa y a ser posible que lleve el apellido Kirchner para las elecciones de octubre de 2015. Estos datos, de momento, echan por tierra cualquier ilusión de seguir en el poder.