Así lo muestran las encuestas en donde 65% de los hispanos se inclina por los demócratas, mientras 22% prefiere a los republicanos. Sólo como dato, en 2008 67% de los hispanos votó por el demócrata Obama y 31% por el republicano McCain.

La mala es que este grupo poblacional está tan decepcionado con el gobierno de Obama que, según las encuestas del Pew Hispanic Center, muchos van a optar por no votar.

Mientras 70 por ciento de los encuestados por el Pew aseguran que votarán la semana próxima, sólo 51% de los hispanos piensan hacerlo.

Esta falta de interés de los hispanos es grave para el Partido Demócrata, que de por sí se encuentra en una posición dificilísima con altas posibilidades de perder la Cámara de Representantes (que renueva todos sus 435 asientos); el Senado (que renueva 33 asientos) y varios de los 36 gobernadores que entran en esta elección.

Por el tamaño de población hispana en varios estados, su abstencionismo podría costarle la elección a la senadora por California, Barbara Boxer, en donde los hispanos conforman 24% de los ciudadanos; a Harry Reid, senador por Nevada, en donde los hispanos conforman el 14 por ciento del electorado.

Aquí, Reid, un político consagrado que ha sido senador desde 1986 y que en este periodo ha sido el líder senatorial, podría perder frente a Sharon Angle. Ella es una mujer cuya mejor descripción encuentro en ser una "ama de casa desesperada" que brincó a la palestra política en esta locura de movimiento llamado Partido del Té y que, no obstante el peso de los latinos en su estado, tuvo la desfachatez de decir frente a una escuela con alumnos de secundaria de origen hispano que la verdad los confundía físicamente con asiáticos.

Otros candidatos demócratas cuyos triunfos en la contienda por la gubernatura de sus estados se ven en riesgo de abstenerse los hispanos a votar son el texano, Bill White, en donde la población latina la conforma 25% de los ciudadanos; Alex Sink, candidato en Florida; Jerry Brown, candidato en California y Pat Quinn en Illinois.

Si vemos el peso poblacional que tienen estos estados en su conjunto y la comunidad hispana en particular, no sorprende entonces ver la publicidad que ha sacado un grupo prorrepublicano, llamado Latinos for Reform, en donde han pagado millones de dólares para invitar a la población a NO salir a votar.

Los Republicanos saben que no tienen la simpatía de los hispanos y entonces dejan de hacerse ilusiones con invitar a este grupo poblacional a que les den su voto. Prefieren hacer una campaña para que no salgan a votar y así aseguran un golpe duro para el Partido Demócrata.

Lo que sí me sorprende es la poca iniciativa de los latinos por unirse y pedir y exigir que las preocupaciones de esta comunidad sean tomadas en cuenta por el gobierno en la Casa Blanca y en el Legislativo.

Prefieren no salir a votar.

¿Hasta cuándo van a seguir nuestros compatriotas del otro lado del río sin organizarse o sin apoyar las pocas voces valiosas de personas como Frank Sharry, que llevan años intentando sumar la fuerza que los hispanos deberían tener en EEUU?

En twitter: @AnaPOrdorica