Una menor creación de empleo en abril, comparada con las cifras de los meses precedentes, ha aumentado las alarmas en Estados Unidos sobre la ralentización del crecimiento económico. El paro descendió en abril del 8,2% al 8,1%, gracias a la creación de 115.000 puestos de trabajo, una cifra inferior a los 154.000 creados en marzo y la media mensual de 250.000 registrada entre diciembre de 2011 y febrero de 2012. A pesar de esa menor respuesta del mercado de trabajo, la reducción de la tasa del paro ha sido posible porque en el mes de abril 342.000 personas dejaron de buscar trabajo y salieron de la lista de desempleo.

El dato del mal comportamiento del empleo se une a la contracción del crecimiento económico anunciada la semana pasada. La economía de Estados Unidos creció un 2,2% en el primer trimestre del año, lo que supone un descenso respecto al crecimiento del 3% registado en el trimestre anterior. Se trata de una ralentización que rompe las expectativas, incluso las levantadas por la propia Reserva Federal, que ha elevado ligeramente sus previsiones del crecimiento estadounidense para 2012 hasta un máximo del 2,9%.

Aunque el 8,1% en que ha quedado fijado el paro es la cifra más baja de los últimos tres años, con un número de personas registradas en las oficinas de desempleo que baja de 12,7 a 12,5 millones, tanto Wall Street como los actores políticos recibieron con preocupación el nuevo dato. Para Obama supone un ligero traspiés, a la espera de que los próximos meses muestren un mayor vigor. Su ponente republicano, Mitt Romney, replicó que para asegurar que se sale de la crisis y no se camina hacia una nueva recesión, Estados Unidos debería estar creando unos 500.000 puestos de trabajo mensuales.