En la práctica apenas va a haber cambios sustanciales; de hecho las reglas se han ido actualizando con el tiempo y la última versión contempla protocolos que ya se venían cumpliendo a raíz del creciente debate interno sobre la ética de los ataques.

¿QUE CAMBIA? Dando siempre por supuesta la legalidad de combatir terroristas incluso en zonas en las que no hay guerra, EEUU introduce algunas variantes: para matar a un terrorista antes bastaba considerarlo una amenaza “significativa”, ahora se requiere que suponga una amenaza ‘continuada, inminente’; ahora además se insiste en que debe haber ‘casi certeza’ de que el ataque se produce contra el terrorista buscado y de que no habrá víctimas ‘no combatientes’. El cambio no es mucho, pues se trata de apreciaciones subjetivas. También son relativas otras dos modificaciones, solo apuntadas como algo a lo que tender: que como ‘preferencia’ los ataques los realice el Ejército (y no la CIA) y que las acciones cuenten con el visto bueno de los países en las que se desarrollan. El único giro claro –pero de futuro– es el compromiso a acabar con los ataques ‘signature’, aquellos contra un objetivo cuya identidad se desconoce, pero que por las maneras de actuar se considera que es una célula terrorista: esto, según la Casa Blanca, es algo que solo ocurre en el conflicto de Afganistán, y dejará de suceder tras la salida de las tropas estadounidenses de ese país a final de 2014.

LAS REGLAS

1.– Debe haber base legal para el uso de la fuerza letal, tanto si es contra un líder operacional senior de una organización terrorista, como contra las fuerzas que esa organización está usando o intenta usar para conducir ataques terroristas.

2.– EEUU usará fuerza letal solo contra un objetivo que suponga una amenaza continuada, inminente amenaza para personas estadounidenses. Si un terrorista no supone esa amenaza, EEUU no usará fuerza letal contra él.

3.– Deben reunirse los siguientes criterios antes de una acción letal: a) casi certeza de que el objetivo terrorista está presente; b) casi certeza de que no habrá no combatientes que resulten heridos o muertos; c) la valoración de que una captura no es realizable en el momento de la operación; d) la valoración de que autoridades relevantes del país donde la acción es contemplada no pueden resolver o no resolverán efectivamente la amenaza a personas de EEUU, y e) la valoración de que no existen otras alternativas razonables para resolver la amenaza.

4.– Siempre que EEUU usa la fuerza en territorios extranjeros, los principios legales internacionales, incluido el respeto a la soberanía y a la ley del conflicto armado, imponen importantes restricciones en la capacidad de EEUU para actuar unilateralmente y en la manera en la que EEUU usa su fuerza. EEUU respeta la soberanía nacional y la ley internacional.

OTROS PUNTOS. A) Terroristas nacionales: si EEUU considera una operación contra un terrorista identificado como estadounidense, el Departamento de Justicia conducirá un análisis legal adicional para asegurar que tal acción puede ser conducida contra el individuo de acuerdo con la Constitución y las leyes de EEUU. B) Reserva de autoridad: Estas nuevos estándares y procedimientos no limitan la autoridad del presidente para actuar en circunstancias extraordinarias cuando hacer eso es tanto legal como necesario para proteger a EEUU o a sus aliados. C) Notificación al Congreso: como ha ocurrido hasta ahora, miembros apropiados del Congreso recibirán regulares actualizaciones sobre la identidad de todo individuo contra el que se haya aprobado aplicar fuerza letal; además, apropiados comités del Congreso serán notificados siempre que sea conducida una operación antiterrorista cubierta por estos estándares y procedimientos.