Christopher Robert Metsos, de 55 años, fue detenido en el aeropuerto de Larnaca cuando intentaba salir del país con su esposa rumbo a Budapest. Se trata del único detenido por este caso fuera de suelo estadounidense, donde 10 personas fueron arrestadas acusadas de espiar para Rusia.

A la espera de ser extraditado, Metsos pagó 26.500 euros de fianza y debía comparecer en una comisaría de esta ciudad costera este miércoles. Pero, según ha explicado el portavoz policial Michalis Katsounotos, lo esperaron en vano.

El abogado de Metsos, Michalis Papathanasiou, ha dicho que este miércoles no ha tenido contacto con su cliente.

"El individuo debería haber aparecido entre las seis y las ocho de la tarde [hora local]. A las ocho todavía no había comparecido. Se le dio algún tiempo adicional pero hasta el momento no ha aparecido", dijo el portavoz.

Poco después, la policía de Chipre emitía una orden de busca y captura. "[La policía] ha ido a su hotel pero no ha podido ser localizado. Hemos pedido la emisión de una orden de arresto", explicó.

De acuerdo con las autoridades, ya están preparando una orden de arresto contra el sospechoso, de nacionalidad canadiense, por haber violado las condiciones de su fianza. Metsos está buscado por las autoridades de EEUU bajo la acusación de espionaje y blanqueo de dinero.

Los 'anti-James Bond'

Pero, ¿realmente los detenidos eran tan pazguatos? Las informaciones que se tienen de ellos proceden de sus familiares y vecinos más cercanos. Así, el hijo del matrimonio Juan Lázaro y Vicky Peláez (de origen latinoamericano) insiste en que es un gran error la detención de sus padres. "¡Pero si mis padres no entienden nada de ordenadores! ¡Apenas saben cómo utilizar el correo electrónico!", se queja el joven.

Otro matrimonio detenido causó el mismo estupor entre sus vecinos, quienes aseguraban que lo mejor que sabía hacer el marido, Richard Murphy, era cuidar del jardín.

La única que podría encajar mejor en el papel de espía de filmes de James Bond o el actual Jason Bourne es la pelirroja Anna Chapman, una atractiva joven de 28 años que la arrestaron cuando pasaba un pasaporte falso a una agente rusa que, en realidad, era del FBI.