Los ataques personales, el intercambio de "y tu partido más" sobre escándalos de corrupción y la propaganda centrada en desacreditar al rival en la segunda vuelta de las presidenciales del próximo domingo está marcando la campaña electoral brasileña, que medirá a Dilma Rousseff y Aécio Neves en la gran final. La encuesta más reciente de Datafolha da, por primera vez desde que superaron la primera vuelta el pasado día 5, una leve ventaja a la mandataria sobre el tucano (52% contra 48%).

El Tribunal Superior Electoral (TSE) ya ha tomado cartas en el asunto. El pasado viernes, anuló un anuncio televisivo del PT que iba a degüello contra Neves y finalizaba, con una foto del candidato tucano y la frase: "Aecio Neves, quien lo conoce no lo vota". "Mientras Dilma modernizó los aeropuertos de Brasil para recibir 203 millones de pasajeros al año, Aécio sólo hizo dos en Minas Gerais (cuando era gobernador del estado). Uno de ellos, en la finca de su propia familia y la llave estaba en las manos de su tío. Ante la duda de a quién votar, es mejor comparar", aseveraba una voz en off mientras aparecían recortes de prensa sobre la noticia, de la que Neves se defiende asegurando que esa finca ya había sido expropiada a su familia cuando se construyó la pista.

Aunque la candidatura del PSDB juega a hacerse la víctima y a condenar la actitud agresiva de Dilma Rousseff (detrás de la cual está la estrategia despiadada del director de márketing Joao Santana), ambos juegan más o menos a lo mismo. El mismo TSE también prohibió una propaganda del PSDB en la que aseguraba que el hermano de Dilma, Igor Rousseff, asesor en 2003 del entonces alcalde de Belo Horizonte Fernando Pimentel, "nunca apareció para trabajar". La defensa del PT aseguró que Igor "trabajaba con regularidad y eficiencia" y recordó que en 2003 Rousseff aún no era presidenta. Días antes, el TSE había adoptado la determinación de intervenir para que las propagandas electorales no sirvieran para "atacar" al adversario.

Un reportaje reciente del diario 'Folha de Sao Paulo' aseguraba que 18 de los 22 anuncios de campaña de Dilma se dedicaban a atacar al contrincante, por 8 de los 18 de Aécio Neves. En otra de las producciones de campaña del PT, se preguntaba "¿qué tiene que esconder Aécio?" en referencia a la negativa del candidato a someterse a un control de alcoholemia cuando se lo solicitó un control policial en 2011.

En el penúltimo debate electoral televisivo, Rousseff hizo una alusión velada a ese episodio al preguntar al candidato su opinión sobre esos controles, sin hacer mención al incidente. Neves respondió dando un paso al frente, explicando lo sucedido y asegurando: "Me equivoqué".

Con ese mismo estilo de apuntar sin disparar, la presidenta le preguntó su opinión por las leyes de protección a la mujer contra la violencia policial. Mientras Dilma realizaba la pregunta, el nerviosismo de Neves era más que evidente. El prestigioso periodista Juca Kfouri, defensor del PT, denunció en su blog en 2009 que, "según diversos testigos", Neves habría golpeado a su novia Leticia Weber en una fiesta en Rio de Janeiro. Esta vez, Aécio no comentó dicho artículo y se limitó a una defensa un tanto vaga sobre las políticas en defensa de los derechos de las mujeres.

Incidir en una imagen de machista de Neves ha sido la última de las estrategias de ataque de la campaña del PT. El ex presidente Lula, en un acto reciente junto a Dilma, se preguntaba si Neves sería tan agresivo "si se enfrentase a un hombre" en los debates, refiriéndose al tono utilizado y al calificativo de "ligera" que el candidato usó para desacreditar los argumentos de Dilma Rousseff y, en un debate de la primera vuelta, también contra la candidata del PSOL Luciana Genro. "Tiene que aprender a respetar a las mujeres", aseguró Rousseff el pasado lunes.

Las acusaciones mutuas por corrupción en ambos bandos completaron la mayor parte del diálogo en unos debates insustanciales en lo que se refiere a las propuestas de futuro. Aécio insiste en el desvío de fondos de Petrobrás mientras la declaración premiada del ex director de la petrolera Paulo Roberto Costa salpica cada vez a más miembros del PT pero también al fallecido ex presidente del PSDB Sergio Guerra y al senador Álvaro Dias, del mismo partido.

Neves atacó a la presidenta en otro de los encuentros televisivos por el cargo del hermano de Rousseff en la alcaldía de Rodrigo Pimentel. Rousseff le había acusado también de nepotismo por haber empleado a "hermanos y primos". Días después, la hermana de Aécio, Andrea Neves, se defendía de las acusaciones, claramente dirigidas a la época en la que la susodicha fue asesora de comunicación del por entonces gobernador de Minas Gerais. "(Dilma) aleja el debate de la realidad y lo lleva al terreno de la calumnia y la infamia con argumentos que no se sustentan. En mis 30 años de vida política y actividad profesional nunca vi una campaña con tanto odio y mentiras", dijo.

La alta carga de violencia verbal utilizada para destruir la candidatura de Marina Silva en la primera vuelta fue una de las razones por las que ella y su partido, el PSB, decidieron apoyar a Neves camino a la segunda vuelta. No obstante, ese apoyo, fraguado la pasada semana, no se refleja en un crecimiento del liberal en las últimas encuestas.