La catalana, que forma parte del Movimiento Internacional de Solidaridad (ISM) y escribe artículos para el portal de información alternativa Rebelión, fue arrestada de madrugada junto con otra activista australiana, según un portavoz del Ejército israelí citado por Efe que explicó que "una de las detenidas portaba documentación falsa y la otra tenía el visado expirado".

 

Unos diez militares entraron por la fuerza a las tres de la mañana (las dos en España) en el apartamento y requirieron los pasaportes de todos los presentes. Informaron a Jové y Chappell de su arresto por la caducidad de sus visados y se llevaron cámaras, un ordenador, pancartas pro palestinas y formularios de inscripción del Movimiento Internacional de Solidaridad, según explicó un testigo presencial, el estadounidense Ryan Olander. Ambas fueron trasladadas a la prisión militar israelí de Ofer, donde fueron entregadas a la unidad policial migratoria israelí Oz.

 

"Ambas son conocidas por estar involucradas en revueltas ilegales e interferir con la actividad de las Fuerzas de Defensa de Israel", según la citada fuente militar, que añadió que el Ejército las sacó del territorio palestino de Cisjordania y las entregó al Ministerio de Interior.

 

La legación diplomática "está en contacto con el Ejército, la Policía, el Ministerio de Interior y su abogado para que nos informen de donde está y de qué se le acusa", aseguraron a Efe fuentes del Consulado General de España en Jerusalén. Desde el Consulado, añadieron que se están haciendo todas las gestiones posibles para "prestarle la protección consular que requiera".

 

Neta Golán, del movimiento ISM, explicó que la detención de Jové y de Bridgette Chappel, estudiante australiana en la Universidad de Birzeit (en Belén), "supone una violación de los Acuerdos de Oslo, que prohíben incursiones del Ejército israelí en la zona A (bajo control de la Autoridad Nacional Palestina)".

 

Salir del país o ir a la cárcel

 

"He podido hablar con ellas hace unas horas y me han dicho que estaban con la policía de emigración y que les habían dado a elegir entre dos posibilidades: abandonar el país en las próximas seis horas o ir a la cárcel seis meses", indicó Golán.

 

El abogado Omer Shatz afirmó que las activistas "no necesitan tener en regla su visado israelí, puesto que no estaban en Israel, sino en territorio palestino". Anunció que presentaría una petición ante una corte de Jerusalén para exigir que se les informe sobre la situación de las detenidas y tratar de impedir que sean expulsadas del Estado judío.

 

Otra activista de la misma organización fue detenida el pasado mes de enero en circunstancias similares y deportada a su país, República Checa, en el mismo día.