Llamaron incluso al "Balcón del Pueblo" una hora antes del anuncio oficial.
El pueblo venezolano ha demostrado que en el aspecto electoral es una de las sociedades más democráticas a la hora de respetar votaciones y voluntad mayoritaria.
Paradójicamente los profesionales de la política no están a la altura. Parecen niños en juegos de piñata, tratando de parecer más vivos unos que otros.
En el contexto de tanta papanatería por ambos bandos, tomé rumbo a Barquisimeto para comenzar un documental sobre el golpe larense.
Los músicos de cada región o familia, de manera celosa y tradicional, tienden a defender el origen del golpe como suyo. Ahí están tocuyanos y curarigüenses adjudicándose la paternidad. Algún caroreño insiste en que el golpe es un derivado del tamunangue. Estos músicos, chavistas y opositores, golperos que no golpistas, toman cocuy y echan sus cuentos, recuerdan los de sus abuelos.
Defienden irreductiblemente los esquemas tradicionales del golpe o promueven su evolución hacia un nuevo género, fusionado con las tendencias musicales del planeta. "Eso es mentira que esto se va a morir", "Hay mucho músico joven practicando e inventando", "En Europa ya están cansados de escuchar a Tchaikovski, quieren algo nuevo, se mueren por lo nuestro".
Con tanta mamarrachada política local a veces olvidamos que existe un mundo con historias más interesantes para contar.
Dudo mucho que los líderes veteranos de nuestra nación sean capaces sentarse con sus diferencias a componer nuevas melodías.
Sólo queda esperar que los jóvenes no sigan con la misma cantaleta.
jorgeSayegh@gmail.com