Al menos esta es la teoría de Luis Maes, coordinador nacional de Latinos por Obama, con sede en Washington y ramificaciones por todo el país, una de las organizaciones de hispanos más activas en promocionar la candidatura del aspirante demócrata a la Casa Blanca.

Este grupo de base no se encuadra dentro de la campaña del senador por Illinois, pero trabaja junto a ella para difundir su mensaje entre la comunidad latina, cuya importancia se ha situado ahora, con las primarias del martes en Texas, en el centro de la batalla política.

Del resultado en este estado sureño y del obtenido en Ohio –que también celebra primarias el martes con otros de menor relevancia como Vermont y Rhode Island- dependerá en gran parte quien será elegido como candidato presidencial por el Partido Demócrata de cara a noviembre.

Si gana Obama, que suma ya once victorias consecutivas en otras tantas primarias, Clinton podría tirar la toalla y abandonar la carrera, según algunos analistas, y si no, quedaría muy debilitada.

Si triunfa la senadora por Nueva York, recobrará renovado impulso para defender su candidatura en la Convención Nacional Demócrata que en agosto próximo elegirá al candidato oficial del partido a la Casa Blanca.

Y en Texas, el voto de los latinos será decisivo debido a su masiva presencia. De ahí, que tanto Clinton como Obama estén peleando con todo por hacerse con sus simpatías.

En Texas, los latinos representan 40 por ciento de los votantes elegibles en las primarias demócratas, la mayor parte por debajo de los 40 años.

De acuerdo a una reciente encuesta realizada por la Universidad de Texas, 62 por ciento de los hispanos de este estado piensa votar por Clinton, 22 por ciento por Obama y 13 por ciento está indeciso.

La amplia diferencia se debe a varios factores, pero sobre todo a la vieja relación que los Clinton tienen con Texas y los latinos.

Esta se remonta a los años 70 cuando ella promovió el voto para un senador local que se presentaba a las presidenciales y a los 90 cuando lo hizo su esposo, el ahora ex presidente William Clinton.

Una clara desventaja para el senador afroamericano, pero que según sus seguidores y su equipo de campaña ha ido recortando esta distancia.

"Somos realistas y reconocemos que ella va por delante, pero lo importante es que Obama va reduciendo esta brecha según va siendo más y más conocido", dijo Maes a Notimex.

Indicó que están plenamente confiados en que esos números cambiarán, por lo menos un poco, al conocerse el resultado de las primarias del martes.

Y eso porque según el coordinador de Latinos por Obama, el apoyo del afroamericano entre esta comunidad va creciendo poco a poco, siguiendo la misma tendencia que a nivel nacional: la gente apuesta por él según se va dando a conocer por todo el país.

"Clinton juega con ventaja en Texas por su nombre, trayectoria y estrecha relación con este estado, pero a medida que los latinos van sabiendo más de Obama prefieren darle su voto", señala Maes de acuerdo a sus estadísticas.

La explicación, según él, es sencilla: ante la práctica similitud de las propuestas de ambos precandidatos en lo referente a los hispanos y a la reforma migratoria, los latinos se inclinan por la frescura, la esperanza y la confianza.

"Todo eso lo representa Obama. Los hispanos se identifican con él al conocer su historia personal. Eso es lo más importante. Tienen un pasado y unas experiencias similares", subrayó Maes.

Explicó que él también creció en un país "en vías de desarrollo", como Indonesia, pero sobre todo pertenece a una minoría, la comunidad negra. Su padre, nacido en Kenia, llegó como inmigrante a Estados Unidos en busca de una vida mejor.

"El sabe cómo es vivir en una minoría en Estados Unidos y superar esos desafíos. Y eso cuenta mucho para los hispanos, les da confianza", añadió.

Maes explicó que la gran mayoría de los latinos que han votado durante este proceso de primarias hablan español, y es ahí donde más preferencia tiene Clinton. "Nosotros nos tenemos que esforzar más por llegar a ellos", reconoció el activista.

Señaló que, para él, lo que muchos dicen de que los latinos nunca votarán en masa por un candidato negro "es un mito" porque la historia demuestra que no es así, y citó elecciones pasadas como las de 1989 para alcalde de Nueva York, que ganó un afroamericano con votos latinos.

También lo logró, con el voto de más del 70 por ciento de los latinos, el alcalde de Dallas, también negro, en tres elecciones consecutivas.

Al igual que a nivel nacional, Obama cosecha más simpatías entre los jóvenes hispanos. "Muchos eran muy pequeños cuando estaban los Clinton en la Casa Blanca, y los único que les interesa es la esperanza y el cambio para este país".

Maes confió en que puedan mejorar los resultados que obtuvieron entre los latinos en las primarias de California, dentro del "superpartes" del pasado 5 de febrero, donde la senadora se hizo con el 67 por ciento de sus votos frente al 32 por ciento que se llevó Obama.

Los votantes latinos de Texas son, en su mayoría, de origen mexicano nacidos en Estados Unidos y los resultados de su intención, su voto, así como su opinión sobre los temas de interés parecen consistentes con los de los votantes de California.

De acuerdo a las estadísticas, Obama tiene un mayor respaldo de los latinos en centros urbanos como Dallas o Houston.