Macri apuntaba –y no erraba- a la nueva oleada de anuncios, tuits y retuits, hasta de la Casa Rosada, que apelan al miedo  si él llega a la Presidencia. El último, de tan vergonzoso, fue censurado hasta por alguno de los hombres de Scioli. Lo protagonizó el ministro de Sanidad, Daniel Gollán al escribir una tanda de tuis demoledores. El que hizo estallar la bomba fue éste: “Los doce nuevos centros de radioterapia para tratamiento del cáncer continuaran adelante si Scioli es presidente. Pensá bien tu voto”.

El escándalo es de tal dimensión que Gollán salió a decir que no lo había escrito, que le habían hackeado su Twitter etc. Difícil de creer después de verotros tuits del mismo nivel. Como muestra el siguiente: “Querés volver a los hospitales sin insumos, o al trueuez, o al corralito o al 58 % de desocupación? Pensá bie tu voto. Macri es todo eso”

El kirchnerismo está que arde por no decir, directamente, desesperado. La “sensación térmica” en la calla anticipa, al menos hoy por hoy, un triunfo en las urnas confirmado por los sondeos (hoy de capa caída tras su fracaso en la primera vuelta). “Cristina necesita una victoria de Scioli”, insiste un peronista anti “K” que imagina a la presidenta sentada en el banquillos durante loo próximos años. El terror a esa escena, explicaría elcierre de filas de la tropa que se había dispersado y disparado fuego al enemigo que se supone es su amigo: Daniel Scioli, por no considerarle demasiado apegado al “modelo kirchnerista”.

El Gobierno no ahorra en utilizar los recursos públicos a favor de Scioli y hasta en la final de la liga, retransmitida en exclusiva por la cadena pública, coló mensajes de apoyo. Los “K” insisten en que Macri liquidará las subvenciones sociales. Pan y circo versión argentina.

Todo esto sucede en medio de un escándalo por la llegada de Joao Santana, el inescrupuloso “marketeiro” brasileño aterrizó en Buenos Aires. Especialista en campañas duras y, si es necesario, sucias su visita se atribuye al último manotazo de ahogado de un candidato que, en su vida,hasta ahora, siempre logró resurgir de sus cenizas (personal y profesionalmente). Daniel Scioli rechazó haber mantenido un encuentro con Santana: “es una mentira más…no lo conozco”, insistió.

En el equipo de Scioli confirma sus declaraciones pero reconocen que, “si sucedió algún encuentro o hubo contactos con alguien de nuestra campaña fue a título personal”.

Santana tiene a la justicia brasileña cerca, trituró a Marina Silva en las últimas elecciones, superó a Aécio Neves logró la reelección de Dilma Rousseff y estuvo detrás de la campaña del presidente de Angola, el último dictador.

Este proceder de Scioli, un hombre habitualmente de talante moderado,no parece que le esté dando resultado. El efecto boomerang le ha obligado a descalificar a su ministra de Economía en la provincia de Buenos Aires y decir que Silvina Batakis, le habían “vendido pescado podrido”, expresión de engañado para justificar sus tuits donde aseguraba que la actual gobernadora electa suprimiría planes sociales.

Misión imposible tapar todos los boquetes por donde hace aguas el frente común de acoso y derribo a cualquier precio de Mauricio Macri los argentinos le devolvieron el intentó con el arma más dolorosa: la ironía y el humor. El hastag #SiMacrigana Argentina se viene abajo lo transformaron #SiMacri ga Máximo Kirchner deberá terminar la secundaria y otras ocurrencias. Esto, por no hablar del vídeo de la niña que llora porque cree que Macri ya ganó.

José Pampuro, ministro de Defensa, intervino para censurar los nuevos modos del sciolismo, como corresponde a un peronista de pro que no tolera esos excesos: “Si Perón despierta, en dos minutos nos mata a todos”.