El caso Snowden y Evo Morales (la parte que se refiere al avión desviado a Austria) está dando mucho juego a la presidenta de Argentina. Tras la reunión —que no cumbre— de media docena de presidentes de países miembros de Unasur en Cochabamba —donde se condenó con firmeza el maltrato recibido por el presidente de Bolivia—, Cristina Fernández de Kirchner quiere que Mercosur (Mercado Común Suramericano) insista en el episodio y reitere el repudio por la ofensa y porque… Estados Unidos espía a la región.

Esta insistencia de la presidenta en el caso Snowden se produce cuando, a tres meses de las elecciones legislativas, las primeras encuestas adelantaron este miércoles el revés del oficialismo en distritos clave, como la provincia de Buenos Aires, su principal bastión.

El descubrimiento de que el vecino del norte mira con lupa y a escondidas a los del sur, no es nuevo, pero sí que pueda sostenerse con documentación. El periódico «O Globo» publicó la víspera «papeles» de Edward Snowden donde se revelaba que Estados Unidos espió desde Brasilia la zona, interceptó miles de correos electrónicos y de llamadas telefónicas, y puso especial atención en lo que sucedía, además de Brasil, en Argentina, Colombia, Ecuador, México y Venezuela.

La noticia, según reconoció la presidenta en público, le produjo una sensación corporal inesperada: «Me corrió frío por la espalda cuando nos enteramos de que nos están espiando desde el norte… Espero que los presidentes tengamos un fuerte pronunciamiento y petición de explicaciones ante estas revelaciones», clamó. Lo hizo mientras se daba un baño de multitudes en Tucumán (Argentina) con motivo del 9 de julio, fecha de la independencia, y poco antes de que la Organización de Estados Americanos (OEA) firmara una resolución de condena e instase a Francia, Italia y Portugal a pedir disculpas por el atropello.

La sorpresa de Fernández estuvo seguida de una reflexión victimista: «Estamos ante una nueva configuración mundial. Hay un intento de que nosotros, la América del Sur, volvamos a ser sólo proveedores de alimento».

Su propia red de espionaje

Paradójicamente, en su propio gobierno se destapó una red de espionaje desde Gendarmería —fuerza especial— para infiltrarse en las organizaciones sociales denominadas «Proyecto X». Sorprendentemente, la viuda de Kirchner, se refiere a la misma como si fuera una página de ciencia ficción y añadió: «Es más “cool” la CIA que Gendarmería» (sic).

Myriam Bregman, candidata a diputada por el Frente de Izquierda, se lleva las manos a la cabeza. «Miente escandalosamente con respecto al "Proyecto X", al afirmar que es un invento. Hay una investigación judicial iniciada a partir de nuestra denuncia donde se demostró que Gendarmería Nacional espía e infiltra ilegalmente a las organizaciones populares para crear causas penales a los luchadores sociales». Dicho esto, la CIA, sin duda, «es más cool».