“Después de la muerte de Chávez, en Venezuela comenzará una lucha política dura, de desenlace impredecible. El poder de las actuales fuerzas políticas radicaba en la personalidad de Chávez y su capacidad de encender las masas. Durante la última campaña electoral, Chávez tuvo un contrincante derechista serio. En ausencia de Chávez, a su partido lo esperan tiempos difíciles”, dijo el director de la revista “Rusia en la política global”, Fiódor Lukiánov.

Al referirse a los posibles cambios en las relaciones entre Venezuela y EEUU, el experto señaló que dependerá de quién gane las elecciones.

Si el partido de derecha resulta ganador, las relaciones mejorarán sustancialmente. Y si quedan en el poder los partidarios de Chávez, también cabe esperar una mejora, porque el fuerte “antiamericanismo” procedía del propio Chávez, indicó.

Según Lukiánov, las relaciones con Rusia adquirirán un carácter más neutral si la oposición llega al poder.

“Estas relaciones especiales que existieron durante el gobierno de Chávez se debieron a su personalidad. Sin él, las manifestaciones de hermandad y amistad irán cediendo lugar a unas relaciones normales para dos países muy distantes en el aspecto geográfico”, resumió.

Según el subdirector del Instituto de América Latina, Vladímir Súdarev, mucho dependerá de la fecha de la celebración de las nuevas presidenciales en Venezuela.

“Si se celebran dentro de un mes, el vicepresidente Nicolás Maduro se convertirá en jefe de Estado, porque el equipo de Chávez las tiene bien preparadas. Maduro es un hombre de ánimos antiestadounidenses y prorrusos aún más marcados que Chávez, pero le falta su carisma”, dijo.

“Y si la oposición logra unirse, como eso sucedió en octubre pasado cuando Capriles reunió casi seis millones de votos, y aplazar los comicios, podrá llegar al poder, con lo cual se produciría un viraje en la política exterior e interna de Venezuela”, agregó.

En tal caso desaparecerá la disposición a desarrollar vínculos con Rusia. Pero eso no significa que de inmediato queden rescindidos contratos firmados con compañías rusas. “No los firmó Chávez en persona, sino el Gobierno venezolano, al que importará su prestigio internacional”, señaló.