Entrevistado por la periodista Ana María Salazar, en un programa televisivo que se encuentra en internet, y antes de que fuera plagiado, Batista dio recomendaciones para las víctimas en el secuestro y para los familiares del secuestrado, además de consejos para evitar dicha situación.

El contenido de la entrevista esta disponible en You Tube (http://www.youtube.com/watch?v=4hI462ND8js ). En los primeros cinco minutos de estar en la red ya tenía 437 reproducciones.

Félix Batista comentó que “hoy en día los secuestros prolongados, de larga duración, son muy pocos en México, hoy son normalmente, secuestros mini, light, o rápidos de dos, tres, cuatro, ocho o 10 días. Eso es lo típico en México y afecta más a la clase media y media alta que a la clase alta, porque la clase alta está protegida, tienen carros blindados, choferes entrenados o guardespaldas. Ya no son presa fácil”.

Mencionó que la clase media es más atractiva: hay mucho blancos y están totalmente vulnerables.

“El desarrollo del negocio del secuestro en México ha cambiado, lo que antes hacían con un secuestrado de alto nivel, por un mes o dos meses, ahora lo hacen con muchas víctimas, de una petición de dos a tres millones de pesos a una negociación rápida por 200 mil, 300 mil o hasta 500 mil pesos.

“Hay bandas por ejemplo en Monterrey que están aceptando propiedades, carros o título de propiedad como parte del pago, se habla de 400 mil pesos a 700 mil pesos en tres días.”

Mencionó que lo más importante en el momento de ser víctima de secuestro es fundamental mantener la calma siempre.

Durante el proceso de interrogación darles la mínima información posible. Un secuestrador exprés o un asaltante te quita el celular y está en proceso de evaluarte, si no puede confirmar no puede llegar a tu familia, ahí tal vez se queda, pero si ve papá celular, mamá celular ahí sigue el asunto, porque se eleva a otro nivel. No portar más información de lo necesario, ninguna referencia, ninguna foto de los familiares, nada para no abrir el apetito, para no abrirles los ojos.

Otra cosa sería llevar algo de tributo, “yo siempre llevo un Ben Franklin, un billete de 100 dólares. Uno entrega todas las pertenencias, relojito, la billetera y hasta para ofrecerles. Les dices: ‘tengo algo escondidito, te lo voy a entregar’. Dios quiera que con eso y una visita al cajero ya termine el asunto”.

Recomendó que la familia haga todo lo posible para mantener la calma, mantener la unidad, canalizar sus recursos y todos sus esfuerzos de la negociación, que sería el punto de contacto.

No es aconsejable abrir dos frentes de negociación, una por el papá de la víctima, o un tío o un abuelo que no sabe manejar esa situación y que inclusive le afecta más las emociones.

Ana María Salazar le preguntó la frecuencia con que los secuestradores están matando a sus víctimas. Batista señaló:“es un poco difícil de definir estadísticamente; México desgraciadamente sufre un nivel mucho más alto deviolencia hacia la víctima.

“La asesinan, la mutilan o la violan”, dijo.