Al dar a conocer los resultados de su décima encuesta de Fraude Global, precisó que con base en datos de Transparencia Internacional, el año pasado en México se conocieron 197 actos de corrupción dentro de las grandes organizaciones por un monto de 27 mil millones de pesos.

Detalló que de acuerdo con el sondeo, realizado mediante mil 186 entrevistas con altos ejecutivos de grandes empresas con sedes en 33 naciones, 23 por ciento en promedio de los consultados admitió haber pagado sobornos.

En el caso particular de México, la consultora internacional indicó que 31 por ciento de los encuestados reconoció haber recurrido a esta práctica.

El senior manager de Servicios de Asesoría y Riesgo de Ernst & Young, José Claudio Treviño, detalló que en México, 20 por ciento de los actos de corrupción cometidos dentro de los grandes corporativos que son detectados ocurren principalmente en las áreas de mercadotecnia, ventas y departamentos de compras.

Subrayó que mientras a nivel global 18 por ciento de las empresas pierden la oportunidad de hacer negocios a causa de la corrupción, en México dicho porcentaje asciende a 28 por ciento.

Según la encuesta, una de cada cuatro compañías donde se realizó la entrevista tuvo incidencias en corrupción en los últimos dos años; 43 por ciento dijo que no detectaron “focos de corrupción” y 44 por ciento admitió que sí los identificó pero no avisó a las autoridades.

De los mil 186 entrevistados, más de una tercera parte percibe que la corrupción en el país ha crecido en los negocios, principalmente en los últimos cinco años, por lo que la creación y práctica de un reglamento para evitar este ilícito aumentó en los grandes corporativos.

En cuanto a las prácticas de corrupción por sectores a nivel global, la encuesta concluye que 47 por ciento prevalece en el sector minero, 44 por ciento en la industria de la extracción y 40 por ciento en el rubro manufacturero.

Asimismo, existe en 38 por ciento en el sector de las telecomunicaciones, 35 por ciento en alimentos y bebidas, 34 en productos de consumo, 33 por ciento en farmacéuticos, 31 por ciento en mercados financieros y 30 por ciento en energía.