En Venezuela no hay pena de muerte pero es como si existiera debido a los ajusticiamientos extraoficiales dentro y fuera de los penales. Es el caso del reo Edward Moran, que fue acribillado con 200 disparos por un grupo armado el lunes pasado en la cárcel de Tocorón, por haber secuestrado a una abogada para que lo trasladaran a otra prisión.

En medio del infierno que viven las prisiones, la cárcel de Tocorón, situada en el estado Aragua, a dos horas en coche de Caracas, tiene fama por sus vídeos colgados en Youtube, en los que muestran lo “mal” que viven los presos. Tienen la discoteca “Tokyo”, donde dan conciertos de rock y reagaton, cine, panaderías y parque infantil. Ahí los “pranes”, jefes armados de los delincuentes, son los que controlan el retén.

En el otro extremo nororiental del país, en el Internado Judicial de Carúpano, Luis Antonio Cortesía fue violado, torturado y mutilado el 28 de junio pasado por haber secuestrado, ultrajado y estrangulado a una niña de 12 años.

En su rueda de prensa, Humberto Prado, director del Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), relata los casos de ajusticiamientos en una rueda de prensa. “El Estado no protege la vida de los internos”, ni siquiera cuando salen libres. “Un total de 29 ex reclusos fueron asesinados en varios lugares del país en el año que lleva la ministra Varela”.

El presidente Hugo Chávez designó hace un año a Iris Varela como ministra de Prisiones, un nuevo cargo creado a su medida para controlar la violencia penitenciaria. Sin embargo, Varela, conocida con el mote “la fosforito”, se ha destacado por su virulencia, lanzando sillas y mesas en los platós de televisión cuando no le gustan los periodistas.

En los 13 años y medio de gestión de Chávez se han registrado 5.370 asesinatos de reos, pero en los 40 años anteriores apenas unos 500. Durante la administración penitenciaria al mando de Varela, las cifras negras se han disparado, lo que demuestra que la política aplicada para controlar la violencia ha fracasado.

Según Prado, en los últimos doce meses (julio 2011 a julio 2012) se han registrado 567 asesinatos en las cárceles del país (5,98 % de incremento) y 1.202 heridos. El hacinamiento también empeora el infierno existente. Hay 33 centros penitenciarios con una capacidad de 14.500 internos, pero hay 44.941, es decir, 30.441 más que viven como en celdas semejantes a latas de sardina.

A la ministra Varela le han criticado sus medidas de eliminar la cárcel caraqueña de La Planta y reubicar sus 1.500 reclusos a otros centros. Es trasladar la violencia a otros sitios. También ha consternado su decisión de indultar a los presos que no hayan cumplido la pena y limpiar sus antecedentes para descongestionar las cárceles.