Peter Mandelson, antigua mano derecha de Blair y comisario europeo de Comercio elegido por él, ha delineado con un estimulante discurso la nueva Europa que pretende inaugurar Blair como flamante presidente de la Unión Europea.

La opinión de Mandelson es dar vuelta la hoja y olvidar los malos resultados obtenidos durante la presidencia del luxemburgués Jean Claude Juncker y el beneplácito del Eje París Berlín. En otras palabras, transformar la crisis del ´no´ francés y holandés en un ´sí´ a una nueva Europa más abierta, plural y competitiva, que no tire balones afuera para ganar el tiempo y dilatar las reformas estructurales que no quieren afrontar aquellos líderes que dejan una economía europea en paro y empantanada.

Por el contrario, la Europa que ha perfilado Mandelson no teme a la invasión de los productos asiáticos ni busca excusas a la hora de enfrentar al fundamentalismo islámico. Dijo el analista Timothy Garton Ash que Blair era un dirigente para quien "Europa continental está llena de preguntas y él está lleno de respuestas". No nos parece una exageración del mismo momento que Blair una presidencia para presumir por sus logros y conquistas.

El mismo Garton Ash, que ha sido un constante opositor a la políticas aperturistas de Tony Blair, reconoce que "el modelo de Blair y Brown en Gran Bretaña está muy lejos de la caricatura que se presenta de él como capitalismo salvaje de libre mercado a la americana. De hecho, su Gobierno ha fortalecido el Estado de bienestar, ha hecho una gran redistribución de las rentas, ha sacado a casi un millón de niños de la pobreza y ha trabajado enormemente por la justicia social. Es una versión del modelo social europeo".

Sin embargo, su tono al hablar seguía siendo el de un dirigente que opina que Europa continental está llena de preguntas y él está lleno de respuestas. Mandelson se ha vuelto a decir a la Europa del Eje perdedor: "Las reformas económicas que necesita Europa para hacer frente a la globalización deben ir acompañadas de nuevas políticas sociales que ayuden a los ciudadanos a amortiguar su impacto".

En síntesis, mercados más abiertos, mayor capacidad de innovación y mayor crecimiento de la productividad para afrontar el desafío competitivo que representan China, la India y otros países asiáticos. Una nueva Europa comienza.