“Qué mejor que con ustedes, juntos, ejerzamos mayor control al secreto bancario”, pidió el Primer Mandatario en una sesión solemne, en la que fue recibido por el Parlamento Europeo, durante su visita a Francia.

El presidente Morales, además, reveló que el verdadero narcotraficante “no está en la cárcel en este momento, en Bolivia”.

A lo que añadió que según lo que su Gobierno investigó, en su corto período (tres meses y medio), “los narcotraficantes no cargan (esos) dólares por las sendas, o en buses, o los meten a los aviones (...). Mejor control a la banca privada, a los bancos... para acabar con esa forma de negociar (que tiene) el narcotráfico”, insistió Morales a lo que le siguieron varios aplausos.

En Bolivia, el 26 de abril, el Poder Ejecutivo promulgó el Decreto Supremo 28695, a través del cual se creó el Consejo Nacional de Lucha Contra la Corrupción y el Enriquecimiento Ilícito y derogó la norma con la que se creó la Unidad de Investigaciones Financieras (UIF) que con medidas preventivas trabajó para prevenir el ingreso del dinero proveniente de organizaciones criminales a las instituciones financieras del país.

El Gobierno, además, propuso al Congreso la aprobación de la Ley Marcelo Quiroga Santa Cruz, también conocida como “ley tijera”, dirigida precisamente a la investigación de fortunas.

Según explicó ayer a La Razón el fundador y ex director de la UIF, Ramiro Rivas, en su gestión se encontraron sospechas de que en algunos bancos se lavó dinero y se remitió a la entrevista que este periódico le hizo en enero de 2004 cuando dejó la unidad. En esa época Rivas declaraba que habían sospechas de que al menos en “cuatro bancos se lava dinero”. Y aseguró que “en un solo caso se detectó que unos $us 261 millones del narcotráfico ingresaron al sistema bancario”.

Con respecto a las declaraciones presidenciales, el presidente de la Asociación Nacional de Bancos, Emilio Unzueta, prefirió no emitir criterios y se limitó a decir que el tema “es delicado” y que debe enterarse mejor de las palabras exactas de Morales.

En la línea de la lucha antidrogas, el presidente Morales admitió que el narcotráfico es un problema “que les afecta a ustedes y a nosotros”. Pero aclaró que si bien en su Gobierno se habla del cultivo de coca no se plantea la política de “coca cero”. Por otra parte, el Mandatario defendió su política de “producción controlada” de la hoja de coca.

“La coca no es cocaína. Los primeros países que industrializaron la hoja de coca han sido los europeos; (...) no es posible que la coca sea legal para la Coca-Cola y no para los pueblos originarios y campesinos”, remarcó la autoridad boliviana.

Desde la palestra europea, Morales pidió ayuda para ejercer más control sobre el uso de los agentes químicos que se utilizan para fabricar droga y descalificó a la erradicación forzosa y compensada de anteriores gobiernos, que dejó “mucho que desear” a los derechos humanos.