Cualquier duda de que Hamas es un satélite iraní quedaba despejada esta semana por una pequeña entrada en el blog del Instituto de Investigación Mediática de Oriente Medio.
El MEMRI informaba: "Un artículo en el semanario iraní Sobh-e Sadeq, difundido entre la Guardia Revolucionaria, afirma que los documentos de Fatah incautados por Hamas han revelado que Egipto jugó un papel significativo instigando los enfrentamientos que condujeron a la toma de control de Gaza por parte de Hamas”.
El artículo añadía que ésta es la segunda vez que Egipto ha traicionado a los palestinos, siendo la primera “la traición del [presidente egipcio asesinado Anwar] Sadat en la cumbre de Camp David".
De modo que Hamas está compartiendo con Irán el tesoro de la información de Inteligencia que incautó en el curso de su toma de control de Gaza.
En la mayor victoria de Inteligencia lograda nunca por una organización jihadista, Hamas (e Irán) ahora poseen los archivos de todos los aparatos palestinos de seguridad, y los documentos personales de líderes de Fatah tales como Yasser Arafat, Mahmoud Abbás o Mohammed Dahlan. Fuentes de Hamas afirman que la repugnante rendición de la información de Fatah no debería sorprender a nadie. Ellos se jactan de que en los meses anteriores que llevaron a su golpe de estado, los operativos de Fatah vendieron dispuestamente toda la información de Inteligencia y las armas que pidieron.
El uso por parte de Irán de los archivos de Fatah contra Egipto manifiesta que la aparición del Hamastán en Gaza no solamente pone en peligro a Israel, sino la seguridad regional en conjunto. Egipto, Jordania, Arabia Saudí, Irak, el Líbano, los Estados Unidos e Israel, todos pueden contar con que aflorarán informaciones que en el mejor de los casos, les provocarán vergüenza ajena. Sus gobiernos pueden ser desestabilizados y sus operaciones de seguridad pueden verse comprometidas. No hay duda de que este estado de las cosas fue central cuando los egipcios, los saudíes y los jordanos instaron al rais de la Autoridad Palestina y jefe de Fatah Abbás a no enfrentarse con Hamas, sino intentar forjar con él un nuevo acuerdo.
Y por lo tanto la posición de Hamas mejora cada día que pasa. El domingo, justo después de que Israel hiciera su primer pago de 120 millones de dólares al gobierno de Fatah de Salam Fayad, Fayad anunciaba que el dinero irá a pagar los salarios de los empleados de la Autoridad Palestina en Gaza. Esto nos dice dos cosas. En primer lugar, hace pedazos la ilusión de dos autoridades palestinas separadas - una mala y la otra buena. Al pagar a los empleados de la Autoridad Palestina en Gaza, Fayad ilustra que desde la perspectiva de Fatah, solamente existe una Autoridad Palestina, no dos.
En segundo lugar, su maniobra deja en evidencia como una mentira la afirmación del Primer Ministro Ehud Olmert de que el dinero solamente va a Fatah. En realidad demuestra que Israel está financiando a Hamas. Después de todo, si Fayad no estuviera utilizando dinero israelí para pagar a los de Gaza, Hamas tendría que pagar de su propio bolsillo. La liberación del reportero de la BBC Alan Johnston el miércoles fue otra victoria para Hamas. Tras la liberación de Johnston, el nuevo El ministro de Exteriores de Gran Bretaña David Miliband - cuya madre, superviviente del Holocausto, es miembro de la organización radical antisionista "Judíos por la Justicia para los Palestinos" y cuyo difunto padre era comunista - se prodigaba con Hamas. Miliband decía que los líderes de Hamas "denunciaban a los secuestradores y exigían la liberación de Alan. Reconozco por completo el papel que jugaron en garantizar este resultado feliz". En intervención ante el Parlamento, Miliband dejaba la puerta completamente abierta a la posibilidad de que el gobierno del Primer Ministro Gordon Brown reconozca al gobierno de Hamas.
En lugar de protestar a los británicos por su apoyo a un movimiento conducido por un odio atroz a los judíos y dedicado al dominio global islámico, el gobierno israelí se prodigaba en elogios a los británicos por negociar con éxito la liberación de Johnston e intentaba quedar bien con Hamas. Olmert sugería veladamente, "Como se sabe, los miembros de Hamas que mantienen el secuestro [del soldado del ejército Gilad Schalit] están - en la práctica - evitando la liberación de presos palestinos como se ha acordado".
Al enmarcar así el tema de la liberación de Schalit, Olmert señalaba a Hamas que Israel está interesado en cerrar un acuerdo y que ya ha aceptado el control de la organización satélite iraní en las afueras de Ashkelon y Ashdod. Hamas tiene otros amigos nuevos - al Qaida por ejemplo. Mientras que apenas el pasado marzo al Qaida condenaba a sus homólogos terroristas de la Hermandad Musulmana por suscribir con Fatah los acuerdos de La Meca, en el video de al Qaida diseminado esta semana, el mando del grupo en funciones Aymán al-Zawahiri elogiaba a Hamas y llamaba a los musulmanes a unirse al grupo terrorista.En sus propias palabras, "Decimos a nuestros hermanos, los muyahidines de Hamas, que nosotros y toda la nación musulmana está con vosotros, pero debéis marcar vuestro camino [político].
Los musulmanes deben unirse a las filas de Hamas y les respaldaremos facilitando el tráfico de armas y suministros desde los países vecinos". El rechazo del gobierno Olmert a tomar en serio la amenaza Irán-Hamas en Gaza encaja bien con su rechazo tajante a forjar cualquier política coherente para tratar cualquiera de las crecientes amenazas que afronta Israel.La semana pasada, los sirios celebraban el 33 aniversario de "la liberación" de Quneitra, sobre los Altos del Golán, que Israel cedió a Siria en el acuerdo de alto el fuego que puso fin a la guerra de Yom Kippur. En ceremonia gubernamental, los ministros del gobierno de Bashar Assad enfatizaban el compromiso del dictador a "liberar" los Altos del Golán. También se informaba de que en honor del aniversario, los sirios abrían al tráfico civil la carretera Damasco-Quneitra por primera vez desde 1967. De ser cierto, se diría que los sirios están creando las condiciones para la infiltración terrorista en los Altos del Golán.
Radio Damasco informaba el miércoles que el régimen sirio ve como una amenaza los ejercicios del ejército en el norte. Este anunció sólo puede verse como una apuesta siria por crear una excusa para iniciar una nueva guerra contra Israel. ¿Y qué tipo de guerra nos espera? Una guerra de misiles. Mientras el gobierno Olmert articula los méritos relativos de actualizar y sobrecargar el Consejo de Seguridad Nacional y refuerza nuestra seguridad nacional nombrando a Ruhama Avraham - la mujer de los muchos trajes y tintes de pelo - para el gabinete, la principal lección de la Segunda Guerra del Líbano es sistemáticamente ignorada.
La guerra demostró que el objetivo primario de los enemigos de Israel es el frente nacional. Se suponía que esta versión movería al gobierno a asegurar a la población civil en toda la nación puesto que los misiles sirios son capaces de alcanzar cualquier centímetro cuadrado del país. Pero un año más tarde, ni siquiera Sderot ha sido reforzada y los refugios anti bombardeos del norte siguen olvidados. Al Ministro de Economía le costó 11 meses liberar los fondos para adquirir máscaras anti gas para el público incluso si es bien sabido que Siria tiene armas químicas.Aunque Olmert decía que para él la última guerra no era sino "un recuerdo distante", en el Líbano es memoria viva. Hezbolá se está reafirmando tan masivamente que hasta la ONU ha tomado nota. La semana pasada, el Secretario General de la ONU Ban Ki-Moon informaba al Consejo de Seguridad que la frontera sirio-libanesa es completamente porosa y que los cargamentos de armas sirias e iraníes recorren el país sin la más remota dificultad.
El lunes, el Ministro de Defensa saliente en funciones Ephraim Sneh declaraba a Israel Radio que el gobierno está aparcando las necesidades de seguridad de Israel privando al ejército de los fondos para equipar adecuadamente a sus fuerzas y asegurar el frente nacional frente a una probable guerra con Hezbolá, Siria y Hamas. También acusó al gobierno de gestionar mal la amenaza nuclear iraní.Olmert, la Ministro de Exteriores Tzipi Livni y los Ministros Avigdor Lieberman y Shaul Mofaz, todos engañan al público en la complacencia afirmando que las sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU están funcionando, y que Israel y Estados Unidos están coordinando de cerca sus políticas para tratar con el programa de armamento nuclear iraní. En su entrevista, Sneh montaba su numerito. Sneh argumentaba que las sanciones no han impedido a Irán desarrollar su programa de armamento y afirmaba abiertamente que "no existe coordinación a nivel operativo entre los ejércitos americano e israelí en Irán". Sneh añadía que la pobre financiación gubernamental ha dejado al ejército privado de opciones buenas para atacar las instalaciones nucleares de Irán por su cuenta.
Por la otra parte, Teherán está movilizando todos sus recursos para una guerra contra Estados Unidos e Israel. Arriesgándose a su propia desestabilización, el régimen instituía la semana pasada el racionamiento de gasolina. Y esta semana, el Presidente Mahmoud Ahmadinejad anunciaba que el gobierno va a racionar la electricidad pronto. Simulando ignorar los peligros, el gobierno ha optado por atacar a aquellos que advierten. El ejemplo es el tratamiento al ex embajador norteamericano ante la ONU John Bolton. La semana pasada, Bolton declaraba al Jerusalem Post que la política de la administración Bush con respecto a Irán ha fracasado. En sus propias palabras, "El presente enfoque de europeos y americanos no solamente está sentenciado al fracaso, sino que es peligroso.
La diplomacia y las sanciones han fracasado…De modo que tenemos que mirar a:
1, derrocar al régimen y colocar a uno nuevo que no persiga armas nucleares;
2, el uso de la fuerza como último recurso".
Bolton añadía que podría no haber suficiente tiempo para desestabilizar al régimen antes de que los iraníes adquieran armas nucleares.Los funcionarios israelíes, encerrados en sus burbujas, reaccionaban a la entrevista atacando a Bolton. Un funcionario despreciaba a Bolton llamándole el "Avigdor Lieberman" de América. Otro razonaba "Es posible que sus comentarios pretendieran acelerar el proceso. Nos gustaría a todos ver una diplomacia más agresiva". Pero como Sneh ha dejado claro, las declaraciones de Bolton no solamente fueron precisas, sino que gracias al gobierno Olmert, Israel carece de los medios para tratar independientemente la amenaza de su propia aniquilación, y no tiene coordinación militar en la materia con Estados Unidos.
En su favor, los ministros responsables de tratar con Irán están muy ocupados con las acuciantes preocupaciones. La semana pasada Lieberman realizaba un viaje a Europa donde intentaba impulsar su idea de meter a Israel en la antiisraelí Unión Europea. Y a la luz de los sobrecogedores logros de las fuerzas de UNIFIL para evitar que Hezbolá se rearme, el Ministro de "Asuntos Estratégicos" de Israel también utilizaba su tiempo para impulsar su idea de desplegar fuerzas de la OTAN en Gaza.El miércoles, la Ministro de Exteriores Tzipi Livni se reunía con su homólogo marroquí. Livni elogiaba a Marruecos por su participación en el Plan de Paz saudí, el cual ha sido desechado por los saudíes. Olmert el pacificador concluía esta semana un acuerdo de paz entre sus colegas Roni Bar-On y Haim Ramon. También negociaba un alto el fuego temporal con su rival político Meir Sheetreet. Más críticamente, Olmert garantizaba la seguridad de Israel a largo plazo nombrando a Ruhama Avraham la ministro sin cartera de su liliputiense gobierno.
Los órganos mediáticos locales, todos los cuales ignoran a pies juntillas las amenazas emergentes, siguen prometiendo al público que el gobierno Olmert va a caer tan pronto como la Comisión Winograd difunda su informe final sobre la Segunda Guerra del Líbano, en algún momento de los próximos meses. Pero no hay ninguna garantía de que esto sea cierto. En el mejor de los casos, el informe simplemente nos dirá lo que ha quedado claro desde el año pasado: con o sin Consejo de Seguridad Nacional reestructurado, nuestros líderes políticos son oportunistas incompetentes cuya preocupación exclusiva es su propia supervivencia política al margen de las consecuencias para la seguridad de la nación.Pero en serio, ¿por qué preocuparse? Después de todo, el Shas está contento. Lieberman está satisfecho. Olmert es firme. Y Ruhama está conmovida. Quizá también deberíamos echarnos a llorar todos.
Jerusalem Post
