En el sector de las tecnologías de la información, las empresas multinacionales han desempeñado un papel fundamental pues aportan inversión extranjera directa, generan empleos, ofrecen formación y mejoran los salarios. Pero esta actividad también ha generado importantes retos sociales y laborales. Un nuevo informe de la OIT ^1/ realizado para una reunión tripartita sobre el tema analiza la evolución reciente en la industria de componentes electrónicos, que da trabajo a cerca de 18 millones de personas en el mundo.

Los ordenadores personales (PC) están construidos con una variedad de componentes producidos y ensamblados en 10 o más países. Más de la mitad de su precio al detal esta constituido por el costo de todos los componentes y servicios aprobados por la marca comercial.

En esta fragmentación propia de un sistema de producción global, los subcontratistas se encuentran en el eslabón más bajo de la cadena de valor de los PC. Están involucrados en actividades estandarizadas como la fabricación de tarjetas madre, tarjetas de circuitos impresos y otra actividades con alto coeficiente de mano de obra, por lo cual han sido designados “board stuffers” (rellenadores de tarjetas).

Esto significa que, como consecuencia de las ventajas de costo, los proveedores de productos básicos con frecuencia se encuentran en zonas francas industriales en países en desarrollo con bajos salarios. “Cuando consideramos los desafíos laborales y sociales relacionados con la participación en sistemas de producción de alcance global es especialmente importante tener en cuenta el eslabón inferior de la cadena de valor, en particular en las operaciones de empresas multinacionales”, dijo el experto en tecnología de la información (TI) de la OIT Paul Bailey.

Llevar los “board stuffers” a la superficie       

Como respuesta a las preocupaciones relacionadas con los temas laborales y sociales de la industria manufacturera de tecnología electrónica de la información, muchas compañías multinacionales adoptaron programas de responsabilidad social y algunas ahora participan en iniciativas voluntarias para la industria.

La Iniciativa mundial de e-sostenibilidad (Global e-Sustainability Initiative, GeSI) estableció un grupo de trabajo que se ocupa de la cadena de suministro. Sus miembros, entre los cuales se encuentran la mayor parte de los gigantes de la industria de la computación y las telecomunicaciones, analizan formas de colaboración para gerenciar de manera más eficaz temas sociales y ambientales en la cadena de suministro. Al suscribir los principios de desarrollo sostenible, los miembros de GeSI contribuyen al Pacto Mundial de las Naciones Unidas ^2/.

GeSI estableció una estrecha relación de trabajo con otras iniciativas voluntarias para la industria, que incluye el grupo del Código de conducta para la industria electrónica (EICC). El grupo está constituido por 26 compañías que se reunieron para garantizar la seguridad de las condiciones de trabajo en la cadena de suministro de la industria electrónica, un trato respetuoso y digno hacia los trabajadores y la responsabilidad ambiental de los procesos de fabricación.

“Cuando iniciamos el EICC en 2004, las compañías fundadoras comprendimos que si bien las empresas tenían posiciones un poco divergentes, trabajando juntos podíamos lograr importantes mejoras de manera eficiente”, dijo Brad Bennett, gerente de desarrollo sostenible de Intel y Presidente de EICC. “Si sumamos los ingresos de estas compañías la cifra supera 500.000 millones de dólares”, agregó.

EICC desarrolló un cuestionario y un método de auditoria para evaluar la conformidad con el Código. Los participantes esperan que EICC se difunda en la cadena de suministro de la industria electrónica y que toda la industria cumpla con el Código.

En su sección sobre trabajo, el Código abarca algunos de los más importantes principios y derechos en el trabajo de la OIT, e incluye: libre elección de empleo, eliminación del trabajo infantil, no discriminación y libertad de asociación. Las horas de trabajo no deben ser más de 60 por semana y los trabajadores deben recibir un salario en conformidad con el salario mínimo y el reglamento de las horas extraordinarias como está establecido en la ley nacional.

“Los sindicatos y la sociedad civil critican EICC por no ser coherente con las normas internacionales del trabajo, en particular con las normas fundamentales del trabajo de la OIT. No se menciona la promoción del reconocimiento efectivo del derecho de contratación colectiva...”, dijo Robert Steiert de la Federación Internacional de Trabajadores de la Industra Metalúrgica (FITIM).

La FITIM es miembro de Goodelectronics, una amplia alianza de organizaciones de la sociedad civil y sindicatos, que se formalizó en agosto 2006. La red internacional tiene el objetivo de mejorar los derechos humanos y las condiciones ambientales en la industria electrónica poniendo en relación actividades locales con iniciativas mundiales.

El equipo que guía la revolución de las TI

El nuevo informe de la OIT no sólo se concentra en los temas de la responsabilidad social de las empresas. Examina además las recientes tendencias económicas y de empleo en la fabricación de componentes y productos electrónicos.

Según el informe, la industria de componentes electrónicos es el motor que impulsa la revolución de las TI. “La exportación mundial de estos productos creció una tasa promedio de 2,7 por ciento al año entre 1995 y 2004, cuando alcanzó niveles récord. La industria impulsa la revolución de TI y en 2004 daba empleo a cerca de 18 millones de personas, aunque en la actualidad esta cifra es con seguridad más elevada”, dijo Bailey.

Desde 1996, las exportaciones de productos de las tecnologías de la información y las comunicaciones se duplicaron y crecieron a un ritmo más acelerado que las exportaciones de mercancías en general. Entre 1996 y 2003 la exportación de mercancías aumentó 60 por ciento, mientras que la exportación de bienes de las TIC subió en 100 por ciento. En 2003, la exportación de bienes TIC superó los 1,1 billones de dólares (millones de millones), y representaba el 15 por ciento de las exportaciones mundiales de mercancías.

“El valor del comercio internacional en bienes TIC superó el valor conjunto del comercio internacional agrícola, téxtil y del vestido”, concluyó Bailey.

Hasta 2003 los Estados Unidos y Japón eran los mayores exportadores, pero China es ahora la primera de la clase en términos de empleo – más de 6 millones en 2005 – y exportaciones, por un valor de 62.500 millones de dólares en 2003. Sin embargo, este crecimiento se debe sobre todo a las inversiones de multinacionales extranjeras, aclara el informe.

Los mayores exportadores entre los países en desarrollo incluyen a: China, Hong Kong (China), Taiwan (China), República de Corea, Filipinas, Indonesia, Malasia, México, Singapur y Tailandia. La participación de países europeos incluye a Alemania, Austria, Bélgica, España, Finlandia, Francia, Hungría, Irlanda, Italia, Países Bajos, Reino Unido y Suecia, y juntos representan la cuarta parte de la exportación mundial.

Además de analizar el desarrollo reciente de la industria, en la reunión de tres días entre el 16 y 18 de abril 2007 se discutirá también el papel del diálogo social cuando las compañías deciden desinvertir, reestructurar o externalizar el diseño, la producción y la fabricación; la coherencia con las normas reconocidas en toda la cadena de sumistro; y, las actividades de buenas prácticas para la formación permanente en la industria.

Para más información sobre la Reunión de la OIT qué analiza cambios en la demanda de mano de obra en el sector de la fabricación de componentes electrónicos, por favor visite: http://www.ilo.org/public/spanish/bureau/inf/pr/2007/10.htm

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[1] La fabricación de componentes electrónicos para las industrias de las tecnologías de la información: El cambio de las necesidades con respecto a la mano de obra en la economía globalizada. Informe para la discusión de la Reunión tripartita sobre la fabricación de componentes electrónicos para las industrias de las tecnologías de la información: El cambio de las necesidades con respecto a la mano de obra en una economía globalizada. Oficina Internacional del Trabajo, Ginebra, 2007.

[2] El Pacto Mundial de la ONU fue lanzado en 2000 como una red de agencias de las Naciones Unidas que se ocupan de temas sociales y ambientales y constituye un marco ideal para  los temas relacionados con la responsabilidad social de las empresas. El Pacto Mundial pide a las empresas que adopten, dentro de su esfera de influencia, una serie de valores fundamentales en el área de los derechos humanos, normas laborales, el ambiente y contra la corrupción.