Dos convenios en materia de Defensa fueron firmados ayer por los cancilleres y ministros de Defensa de Paraguay y Bolivia. Los acuerdos buscan una mejor relación entre ambos países; la cooperación técnica y el intercambio de experiencias. La meta es el control de las fronteras del tráfico de armas y de otras amenazas.
La información la brindó el ministro de Defensa del país, Walker San Miguel. Señaló que “éste sería el primer acuerdo, quizás el único, después de la Guerra del Chaco, que habla de cooperación en el área de Defensa entre Bolivia y Paraguay”.
Se desarrollarán mecanismos de confianza mutua a nivel de Fuerzas Armadas. Se restablecerán las reuniones de altos mandos militares —en septiembre habrá una—. Uno de los objetivos principales es, según San Miguel, controlar las fronteras del tráfico de armas, del contrabando y todos los ilícitos que se produzcan en el lugar. Por eso, se elaborará una acción para mejorar ese resguardo fronterizo.
“Nos preocupa que la triple frontera Brasil, Argentina, Paraguay siempre está en el ojo de la tormenta. Se dice que incluso habría focos terroristas y que habría narcotráfico. Bolivia no es inerme a esos problemas y qué mejor que, de manera preventiva, tener controles en su frontera”.
La frontera con Paraguay, informó San Miguel, es muy amplia y desguarnecida. “Si bien no podemos afirmar cuánto hay de tráfico de armamento, ni qué destino tiene, lo que queremos es tomarlo de manera preventiva. Teniendo una frontera tan amplia es altamente probable que se den mecanismos de esta naturaleza. Nuestras informaciones dicen que es con la frontera Paraguay, Brasil con la que más problemas tenemos”, aseveró el ministro.
El intercambio de profesionales, becarios, cadetes, institutos militares es otro de los alcances del acuerdo. También se ha visto la posibilidad de trabajar en misiones de paz conjuntas, puesto que Paraguay no participa de manera autónoma. “Lo que se quiere es crear confianza y diálogo permanente entre ambos países”, comentó San Miguel.
El convenio 2+2 es entre cancillerías y ministerios de Defensa de ambos países. Estas entidades tendrían una agenda común.
El mecanismo permite asumir temas de relacionamiento entre los dos países que tienen que ver con el tema de Fuerzas Armadas, pero junto a los cancilleres.
Esto, porque a veces los ministros de Defensa, por la dinámica del trabajo, explicó San Miguel, no tienen la capacidad de resolver temas de orden diplomático. “Firmamos algo sujeto a la aprobación de las cancillerías. Las cancillerías avanzan en ciertos temas, pero dejan las áreas de seguridad y defensa para reuniones de los ministros de esa área. Con este mecanismo se logrará que vayan juntos ambos equipos”.
En mayo, se elaborará la cartilla de seguridad y en septiembre la reunión de los altos mandos militares que tratarán estos temas.