Sistemas incompatibles y ´vampiros de energía´

La recarga de los aparatos portátiles presenta hoy un doble problema: cada aparato utiliza un alimentador diferente y en cada recarga se pierde un tercio de la energía. Los cargadores que acompañan siempre a los nuevos gadgets portátiles existen para adaptar la corriente eléctrica alterna que tenemos en casa al bajo voltaje y a la corriente continua de los aparatos y cargar la batería que los alimenta. En teoría, muchos aparatos similares y especialmente productos de una misma línea - como los móviles- podrían utilizar el mismo voltaje y un modelo de cargador único, pero como hay acuerdos industriales en este sentido, cada fabricante va por libre. El resultado es que el usuario debe llevar un cargador para cada gadget.

La pérdida de energía, si se echan cuentas, es un problema importante. En EEUU, con una media de entre 5 y 10 cargadores por hogar, se estima que el consumo de los aparatos portátiles en el año 2010 significará el 30 % del gasto eléctrico familiar. La EPA (Environmental Protection Agency) etiqueta a los actuales cargadores como "vampiros de energía" y propone nuevos diseños. En su estudio "Energy Star Guidelines" asegura que los actuales modelos "malgastan un 35 % de la energía que consumen". La Unión Europea también ha publicado recomendaciones para buscar cargadores más eficaces. "La explicación de esta pérdida de energía es que generalmente son cargadores de bajo coste y con circuitos deficientes. Las marcas los hacen así para no encarecer el precio del terminal. Y el tema del consumo es poco conocido, queda diluido en la factura doméstica de la electricidad", señala Bordonau. Cada año llegan al mercado mundial más de 2.000 millones de nuevos cargadores para otros tantos dispositivos. Según la EPA, el reemplazo de los cargadores actuales por otros más eficaces representaría en EEUU, un ahorro energético equivalente a quitar de la circulación 800.000 coches.