Relata que el flamante representante de aquel país se reunió con ministros de Kirchner. Primero lo hizo con el de Planificación, Julio de Vido, y luego con la de Economía. Dice textualmente "la cuestión energética y la revisión de las inversiones norteamericanas en el país fueron ejes de la audiencia".

Los norteamericanos estarían sorprendidos por la marcha de la economía se dice allí. "Analizamos el rol que juegan las empresas norteamericanas en infraestructura, fundamentalmente en minería y en el área energética y de servicios en general para generar esquemas de trabajo". Se agrega que la semana anterior en un encuentro con la Cámara de Comercio de Estados Unidos en Argentina, el embajador Wayne "se había comprometido a trabajar en el desarrollo del comercio bilateral".

Todos conocemos el triste final que la discusión sobre un Tratado de Libre Comercio entre Uruguay y EE.UU. tuvo aquí. La interna del Frente Amplio le impidió al presidente seguir las tratativas y este optó por ceder ante esas presiones. La salida encontrada para que el revolcón no fuera muy notorio fue la de recurrir a la búsqueda de un acuerdo intrascendente denominado TIFA. Perdimos el famoso tren del que hablaba Vázquez, por la interna del FA y por las presiones que hicieron Brasil y Argentina.

Días atrás el delegado del gobierno norteamericano que vino a Uruguay a reunirse con nuestros ministros hizo un resumen de su estadía aquí y de sus reuniones y declaró que después de ellas lamentaba haberle restado tiempo a su familia para venir aquí. Es difícil que un funcionario diplomático haga estas declaraciones de puro boca floja, o de impertinente, que lo son.

Las oportunidades que se abrían para Uruguay con un eventual TLC podrían haber sido similares a las que obtuvo Chile y relató la semana pasada en Montevideo la presidenta Bachelet, de filiación socialista. Si Brovetto tuviera que calificarla por sus declaraciones seguramente encasillaría a la mandataria trasandina en la derecha antigua, pero es socialista. No habrá TLC para Uruguay por la vía rápida y nos sometimos a ser furgón de cola de las negociaciones que Brasil y Argentina harán, o que ya están haciendo.

Aparece ahora esta noticia desde Argentina. Es significativa la voluntad del embajador norteamericano en el sentido de comprometerse a "trabajar en el desarrollo del comercio bilateral". Es claro que uno de los primeros objetivos de estos funcionarios es este, pero ¿cuál es la forma que se está buscando en Argentina para mejorar el flujo comercial?

Nuestros vecinos no han sido leales con Uruguay y la relación que mantenemos con ellos es puramente nominal. Tardará años recobrar la confianza recíproca ya que la lesión que se nos está provocando es grande. Esta misma semana lo estamos viendo en el Banco Mundial cuando se posterga la aprobación del préstamo para las inversiones en Fray Bentos.

Por ello el gobierno debiera conocer qué significa esta noticia que surge del otro lado del río. ¿Kirchner va por el TLC que nos negó?

Mientras esto sucedía Lula, a pesar de su cansancio, estaba en Venezuela de campaña con Chávez.

Mientras tanto aquí el oficialismo aprobará esta semana el Parlamento del Mercosur. Será el abrazo del oso.