La herramienta permite a los usuarios que se registren enviar información sobre diversos crímenes perpetrados por los yihadistas desde 2014: desde violaciones a destrucción de propiedades.
Las huestes del autodenominado Estado Islámico
destruyeron sus comunidades, les arrebataron a seres queridos y destrozaron una
existencia que jamás volverá a ser como fue. Las mujeres que fueron convertidas
en esclavas sexuales y otras víctimas de la organización yihadista en Irak
pueden desde ahora aportar pruebas de las violaciones que sufrieron a golpe de
clic, a través de una aplicación preparada durante meses por el equipo de la
ONU que busca pesquisas para la persecución judicial contra los verdugos del
IS.
"Allá donde se encuentren, en campos de desplazados
de Irak o en el extranjero, desde Alemania hasta Australia, las víctimas pueden
compartir con nosotros la información de la que disponen sobre los crímenes
cometidos por el 'Daesh' [acrónimo en árabe del Estado Islámico]", señala
a EL MUNDO Karim Khan, jefe del equipo de investigación de la ONU para Promover
la Rendición de Cuentas por los Crímenes Cometidos por el Estado Islámico
(UNITAD), una agencia que desde hace dos años investiga las atrocidades del grupo
yihadista.
La herramienta, lanzada oficialmente tras meses de
pruebas, permite a los usuarios que se registren enviar información sobre
diversos crímenes perpetrados por los yihadistas desde 2014, entre ellos,
agresiones sexuales, matrimonios forzados, adiestramiento militar de menores de
edad, asesinatos, secuestros, desapariciones, conversiones religiosas y
destrucción o confiscación de propiedades.
"Los denunciantes pueden enviar fotografías, la
geolocalización de los hechos y toda la información que consideren relevante de
un modo seguro. Este método acelerará el contacto directo de nuestro personal
sin intermediarios", explica Khan, un respetado experto británico en
derecho penal internacional y derechos humanos curtido en la Corte Penal Internacional
y los tribunales especiales para Ruanda, Yugoslavia, Camboya, el Líbano y
Sierra Leona.
La tecnología, al servicio de las víctimas
"Cuando asumí esta tarea, decidí que no podíamos
limitarnos a hacer lo que hicimos en los Balcanes en la década de 1990. La
ciencia y la tecnología han evolucionado y con ella la gestión de la
información. Teníamos que aprovecharnos de eso", admite Khan. La
herramienta informática, disponible en árabe, kurdo e inglés, ha sido bautizada
como "Shuhud" (testigos, en árabe) y completa una investigación
compleja que ha usado intensamente los avances tecnológicos.
"Estamos empleando drones con cámaras 4K y escáneres
láser para registrar las fosas comunes del IS y otros enclaves donde causaron
sus atrocidades. Nuestros investigadores pueden subir toda la información en
tiempo real a una base de datos centralizada", desliza el especialista. La
justicia iraquí ha alimentado, por ejemplo, el repositorio de la agencia de la
ONU con unos dos millones de datos de comunicaciones realizadas en el verano de
2014 en la región norteña iraquí de Sinyar, donde el IS lanzó una ofensiva que
acabó con el secuestro de miles de mujeres y niños.
El Unitad también cuenta con teléfonos móviles, discos
duros, ordenadores y otro material informático requisado a militantes del IS.
Un pequeño tesoro para construir casos y juzgar a los militantes detenidos por
crímenes de lesa humanidad, guerra y genocidio. "En principio, pensamos en
esta aplicación para poder continuar con nuestro trabajo en medio de las
restricciones impuestas por la Covid-19 pero es un dispositivo que seguiremos
usando después de la pandemia", reconoce Khan.
Falta de avances en la persecución del IS
Tres años después de la derrota territorial del IS en
Irak, las víctimas y sus familiares siguen denunciando la falta de avances en
la persecución judicial de los yihadistas. Unas 6.700 mujeres y niñas yazidíes
fueron secuestradas y convertidas en esclavas sexuales, vendidas luego al mejor
postor en mercados del extinto califato, que se extendía entre Siria e Irak.
Alrededor de 2.800 mujeres y niños permanecen desaparecidos.
Los procesos judiciales en Irak y su falta de garantías
también han suscitado las críticas de las organizaciones de derechos humanos
internacionales. Amnistía Internacional ha condenado esta semana la ejecución
de 21 personas acusadas de terrorismo, algunas de ellas supuestamente
vinculadas al IS. "Es hora de que las autoridades iraquíes pongan fin a
las ejecuciones. No sólo no proporcionan justicia a las víctimas y sus
familias, sino que sirven para reforzar la percepción de justicia parcial en un
momento en el que las autoridades se enfrentan a violaciones series como
torturas y desapariciones forzadas", señalan desde la organización.