El delito por el que se le acusa está penado con entre 2 y 5 años de cárcel.
La miembro del Consejo de Coordinación de la oposición
bielorrusa, María Kolésnikova, que junto con Svetlana Tijanóvskaya y Verónica
Tsepkalo, encabezaron la campaña electoral contra el presidente Alexánder
Lukashenko, ha sido ya interrogada por el Comité de Instrucción de Bielorrusia
después de que ayer fuera imputada por «atentar contra la seguridad nacional».
De ello acaba de informar su abogada, Liudmila Kazak en
declaraciones a la radio Eco de Moscú. Según sus palabras, a Kolésnikova se la
acusa de «hacer llamamientos públicos a tomar el poder de forma violenta»,
delito que podría costarle cinco años de cárcel.
Pero todo lo que ha hecho la dirigente opositora ha sido
participar en las manifestaciones de protesta y pedir al poder que dialogue con
la oposición, tras los fraudulentos resultados de los comicios que, según los
datos oficiales, dieron la victoria a Lukashenko el pasado 9 de agosto. Desde
entonces no han cesado las movilizaciones en demanda de que sean convocadas
unas nuevas elecciones.
Kolésnikova fue secuestrada en Minsk por hombres
enmascarados el pasado día 7 de septiembre y al día siguiente intentaron
deportarla del país, como hicieron con Tijanóvskaya en agosto. Pero, ya en el
puesto de control en la frontera con Ucrania, la activista rasgó su pasaporte y
terminó siendo detenida.
«No se arrepiente en absoluto de haberse quedado en
Bielorrusia de esta manera no tan trivial, después de haber roto su pasaporte.
Por supuesto, entiende a lo que se enfrenta, pero por el bien del objetivo que
persigue, está dispuesta a aguantar y continuar su lucha», afirmó hoy su
abogada. De momento y hasta que se celebre el juicio, Kolésnikova permanecerá
en prisión preventiva.
Todo el Consejo de Coordinación de la oposición está
siendo investigado en el marco de la causa penal abierta por intento de tomar
el poder. Los miembros de su presídium se encuentran encarcelados o deportados
a otros países. La única componente de esta estructura creada por la oposición
para establecer una línea de negociación con las autoridades que continúa
todavía en libertad en territorio bielorruso es la premio Nobel de literatura
Svetlana Alexiévich.
Kolésnikova es representante del banquero y candidato
también apartado de la lucha por la presidencia, Víctor Babariko. Sondeos
independientes le concedían a él la mayor intención de voto de cara a las
elecciones del 9 de agosto, pero fue arrestado el pasado 18 de junio y continúa
hoy día en prisión. Por eso, Tijanóvskaya, Kolésnikova y Tsepkalo unieron sus
fuerzas contra el dictador. Designaron a Tijanóvskaya como candidata, cuyo
marido también está en la cárcel y tampoco pudo concurrir a los comicios.