"Debido a las desigualdades mundiales y al endurecimiento de las políticas de inmigración, muchos trabajadores de regiones en desarrollo están dispuestos a endeudarse fuertemente con sus comunidades y arriesgar sus vidas para tener acceso a oportunidades en los países más ricos".
Así abre su capítulo El tráfico ilícito de migrantes el último
informe de las Naciones Unidas sobre la delincuencia organizada transnacional.
Y agrega que "como no pueden hacer eso legalmente, a menudo emplean a
delincuentes organizados para que les presten asistencia y probablemente eso se
vuelva cada vez más frecuente a medida que los controles inmigratorios sean más
estrictos. Como estos servicios son ilegales, los que los prestan tienen un
enorme poder sobre las víctimas, y los abusos son corrientes, especialmente
cuando el movimiento de personas es ilícito".
El informe examina dos corrientes de tráfico ilícito
hacia el norte del mundo: de América latina a América del Norte y de África a
Europa. En esta columna nos referiremos a América, y las Naciones Unidas
expresa que los Estados Unidos de América tienen la segunda población de habla
hispana más numerosa del mundo, que incluye a más de nueve millones de personas
y más del 90% de los migrantes nacidos en México. Más de una tercera parte de
la población habla español en los estados fronterizos de California, Texas y
Nuevo México. Sumado al hecho de que 150 millones de latinoamericanos viven con
menos de dos dólares por día, esta población de expatriados ejerce una poderosa
atracción para los estados más pobres del sur. Los inmigrantes mexicanos
aspiran a mejorar considerablemente su nivel de vida sin tener que dominar un
nuevo idioma o dejar atrás a su grupo cultural. En consecuencia, se estima que
un 80% la población de inmigrantes ilegales de los Estados Unidos proviene de
América latina.
COYOTES
La mayoría de las personas entran ilícitamente en suelo
norteamericano cruzando la frontera terrestre con México, gran parte de los
cuales son mexicanos y más del 90% de ellos tiene la asistencia de
contrabandistas profesionales. Aproximadamente el 88% de los 792.000 migrantes
capturados en el año 2008 -tomando el ejemplo más elocuente- eran nacionales
mexicanos y el resto de otras nacionalidades latinoamericanas.
El instituto Proyecto sobre Migración Mexicana elaboró un
estudio sobre la proporción de inmigrantes ilegales mexicanos que recurren a
los servicios de traficantes, y el informe de las Naciones Unidas publicó uno
que toma el período 1975-2006, y de él tomamos los siguientes guarismos por
considerarlos los más elocuentes. En 1975 llegó al 74%; en 1980 al 83%; en 1985
al 75%; en 1993 al 83%; en 1997 al 88%; en el 2001 al 93% y en el 2006 al 97%.
Aunque se han detectado migrantes viajando por
ferrocarril, a pie y hasta utilizando túneles especiales, la mayoría de ellos
son transportados ilícitamente en camiones, que los dejan a cierta distancia de
la frontera. A veces se oculta a los migrantes ilícitos en casas antes y
después de cruzar la frontera con los Estados Unidos. Los traficantes los
mantienen en estas casas hasta recibir el resto de la tarifa que les cobran.
Por lo general esta suma es pagada por los parientes en el país de origen o que
ya residen en los Estados Unidos. Aunque la demora del pago hasta que se ha
completado el cruce brinda cierta seguridad de que los migrantes no serán
arrojados en medio del desierto, también convierte a los migrantes en rehenes,
que es la garantía en que se basa la transacción.
En México también se ha retenido a migrantes no mexicanos
para cobrar un rescate, a lo que se atreven grupos sin gran envergadura (se
registraron casos en que muchos migrantes manifestaron no tener parientes en
ninguno de los dos lados de la frontera y que para llegar a los Estados Unidos
habían vendido todo lo que tenían en México, lo que permitió deducir que estos
delincuentes fronterizos que llevaban encima mucho dinero o todo el que
pudieron haber reunido, razón por la cual los asesinaban y los dejaban en el
desierto con la seguridad de que nadie reclamaría por ellos...).
TRES MILLONES
En total, dice el informe, aparentemente unos tres
millones de latinoamericanos son transportados ilegal y anualmente a través de
la frontera meridional de los Estados Unidos. Dado que el 90% de ellos lo hace
con asistencia de traficantes ilícitos, se estima que los ingresos de estos son
del orden de los 7.000 millones de dólares por año. Este mercado parece haber
registrado una brusca caída desde el 2005, ya que entre este año y el 2008 el
número de mexicanos capturados se redujo en un 35% y la captura de otros
provenientes de distintos países cayó en un 62%.
Esto ocurre en América, no en Europa ni en África, lejos,
es cierto, pero nos demuestra abruptamente que pertenecemos a un mismo mundo y
que el drama humano está unificado porque habla el mismo idioma del dolor y la
incertidumbre.