Ojo por ojo. El gobierno de Moscú ha anunciado este jueves la expulsión de alrededor de 140 diplomáticos -60 de ellos estadounidenses y el resto de más de una decena de países- como represalia por la decisión similar adoptada a principios de semana para que 150 legados rusos abandonasen sus oficinas diplomáticas.

Una acción coordinada entre Europa y Estados Unidos -junto a Canadá y Ucrania- tras el caso del envenenamiento del ex espía Serguéi Skripal y su hija en Reino Unido a principios de marzo, del que la parte de la comunidad internacional responsabiliza al Kremlin.

El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, anunció que "basándose en el principio de reciprocidad y como medida de represalia", Rusia iba a expulsar un idéntico número de diplomáticos a los que EEUU había anunciado que expulsaba el pasado lunes (y a los que dio una semana para abandonar el país).

La medida afecta a 60 diplomáticos estadounidenses, 58 de la embajada en Moscú y dos funcionarios del consulado de Yekaterinburgo -la cuarta ciudad del país-, según informó la agencia estatal de noticias Tass.

Los legados deberán estar fuera de Rusia en un semana, con la fecha tope del 5 de abril. Lavrov también informó que el Kremlin había decretado el cierre del consulado estadounidense en San Petersburgo, la segunda ciudad del país, y que los funcionarios deberían estar fuera del edificio no más tarde del próximo martes, 31 de marzo.

Hace unos días el jefe de la diplomacia rusa advertía que Moscú iba a "responder" porque nadie podría "tolerar esa ofensa", en relación a la expulsión de diplomáticos rusos por el caso Skripal. El embajador estadounidense Jon Huntsman fue convocado por el ministro e informado de la decisión.

Huntsman también fue preguntado por sus declaraciones sobre la "posible congelación de activos rusos en EEUU", según recoge la agencia Tass. Lavrov ha advertido a los estadounidenses, a través del embajador, que "la materialización de esa amenaza traerá una mayor degradación de nuestras relaciones" y que podría tener efectos sobre "la estabilidad global".

Este lunes, Washington informó de expulsión de 60 diplomáticos rusos y el cierre del consultado moscovita en Seattle, por su "proximidad a una de nuestras bases de submarinos y Boeing", explicó la portavoz de la Secretará de Estado Heather Nauert. Una decisión, añadió, en respuesta al uso de Rusia de un arma química de calidad militar en el territorio de Reino Unido" y que demuestra que las acciones del Kremlin "tienen consecuencias".

La embajadora de EEUU ante las Naciones Unidas, Nikki Haley, detalló que entre los 60 diplomáticos rusos expulsados se encontraban "12 agentes de inteligencia de la Misión de Rusia ante la ONU que han abusado de su privilegio de residencia" en el país y cuyas actividades "de espionaje son perjudiciales para nuestra seguridad nacional".

El jefe de la diplomacia rusa apuntó que el embajador Huntsman ha sido advertido que más movimientos hostiles contra las misiones diplomáticas rusas implicarán nuevas medidas por parte de Moscú "contra el personal y las instalaciones de la embajada de EEUU y los consulados". Según Lavrov, los estadounidenses están alentando y fomentando una "campaña de desprestigio" contra Rusia.

Respecto al resto de países que anunciaron la expulsión de diplomáticos rusos, Lavrov subrayó que emplearán la misma estrategia de "pagar con la misma moneda" que han seguido con Estados Unidos.