Un hacker informático ha conseguido acceder al servidor de un organismo estatal alemán y ha cambiado la contraseña de acceso, de modo que bloquea el control de los legítimos gestores del servidor y está emitiendo órdenes no deseadas. El escenario, plausible aunque irreal, es el planteamiento de juego del que parte un concurso ideado por los servicios secretos alemanes en el que puede participar cualquier internauta. Las bases aparecen colgadas en la web principal del Bundesnachrichtendienst (BND), en la que se invita a aceptar el reto de burlar el bloqueo y recuperar el control y, para niveles avanzados, seguir la pista del hacker hasta su guarida electrónica. Los creadores de este «reto» aseguran que se han divertido mucho creando las pistas y están convencidos de que será también muy divertido para los concursantes, pero el auténtico objetivo del juego es el reclutamiento. El primer jugador que lo consiga y, una vez pasados los controles de rigor, será premiado con un contrato del BND como espía informático para Alemania.
Los requisitos para participar son inexistentes. La nacionalidad del jugador es irrelevante e incluso se permite la participación de menores de edad, entendiendo que muchos de los nuevos talentos de las redes son extremadamente jóvenes y que eso no debe ser un obstáculo.
Desde su nueva sede de Berlín, en otros tiempos la capital mundial del espionaje, los responsables del BND tienen muy claro que las mayores amenazas que hoy se ciernen sobre la primera economía europea llegan a través de internet. En los últimos meses, el BND ha reunido indicios que apuntan a que las próximas elecciones alemanas, en el mes de septiembre, serán objeto de algún tipo de ataque informático. Sospechan especialmente de piratas informáticos rusos que ya han estado haciendo incursiones en los sistemas de varias instituciones democráticas alemanas y que están permanentemente conectados a través de la red con smartphones cifrados. El reto servirá también como entrenamiento y para obtener más ideas acerca de cómo cercar virus y seguir huellas digitales para disponer de protocolos más completos en caso de que alguno de esos ataques llegue a ser efectivamente puesto en práctica.
Identificar fallos de seguridad
La amenaza es tan real que las autoridades alemanas están estudiando una posible prohibición del uso de teléfonos móviles inteligentes (smartphones) en las cabinas de votación en las próximas elecciones generales, para impedir que se fotografíe o filme dentro de la cabina y proteger así el sufragio secreto y, además, para prevenir incursiones no deseadas a través de redes móviles. Los servicios secretos alemanes consideran necesaria una alta capacidad creativa en esta nueva versión de lucha contra el terrorismo informático y por eso buscan nuevos talentos que abran sus programas de prevención a nuevas formas de ver los accesos y barreras. Los aspirantes a espía deben identificar fallos de seguridad en el sistema, averiguar de qué vulnerabilidad se ha aprovechado el supuesto pirata informático para secuestrar el servidor oficial y será muy valorada la creatividad que empleen en la búsqueda y rastreo del enemigo desconocido.
Esta nueva modalidad de reclutamiento trata de adaptar el proceso a las nuevas necesidades de la era digital y responde a la necesidad de expertos en nuevas tecnologías ajenos al patrón de personal que se presenta a los procesos de selección habituales. «Alemania necesita hackers», es el mensaje que según los portavoces del BND hay detrás de este concurso, que constatan que la mayoría de aspirantes que se presentan a los puestos disponibles no ofrecen un perfil que ahora mismo resulte útil ante las nuevas misiones a las que se enfrentan los servicios secretos. Son conscientes de que quienes sean capaces de superar el reto planteado es porque alguna vez estuvieron en el lado oscuro, pero ese no será un obstáculo para el reclutamiento. Es la primera vez que el BND busca personal de forma tan pública y abierta. Y también son transparentes respecto a las condiciones del empleo: los nuevos espías de la era digital comenzarán ganando un sueldo de cerca de 50.000 euros al año con la posibilidad de convertirse en funcionarios y podrían ser objeto, en caso necesario, de algún tipo de amnistía.
Otro objetivo del reto es presentarse ante la sociedad de forma más simpática. El Servicio Federal de Inteligencia de Alemania no pasa por sus mejores momentos de popularidad, después de publicarse que ha estado espiando a periodistas de varios medios extranjeros, como la BBC, New York Times y Reuters, violando así varias garantías constitucionales. Desde 1999, el BND puso bajo escuchas «al menos 50 números de teléfonos, de fax y correos electrónicos» de periodistas o redacciones, según un documento secreto publicado por el semanario Der Spiegel, una lista en la que figuran decenas de números de periodistas en Londres y Afganistán. La información ha llevado a la filial alemana de Reporteros Sin Fronteros (RSF) a denunciar un «ataque monstruoso» contra la libertad de prensa y estudiar una acción judicial
