El alto cargo ruso se entrevistó recientemente con el presidente Vladimir Putin para ponerlo al tanto y darle "el parte de victoria" sobre el récord de ventas. Además, destacó que las empresas rusas, unas 40, tienen en cartera pedidos que superan los 15 mil millones de dólares, que no incluyen la rama de misiles y la venta de licencias para producir en territorio fuera de Rusia, y otras especialidades.

El funcionario explicó al presidente que, además, se habían registrado cambios positivos en la geografía de ventas y que éstas sobrepasan el marco de los socios tradicionales de Rusia como India, China, Vietnam, etc., y se amplían a países asiáticos como Corea del Sur, Malasia, Muanmar, pero también a países de África del norte, y Omán y Arabia Saudita.

Cabe destacar que la geografía de ventas también se ha extendido hacia los países de América Latina. Rusia ha participado en exposiciones de armas en Chile y América Central. Así mismo, durante sus visitas a los países latinoamericanos México, Chile, Brasil, el presidente Vladimir Putin siempre se hizo acompañar por representantes de las empresas de ventas de armas rusas.

Y puesto que los rusos supieron aprovechar la coyuntura política en la zona, consiguieron convencer al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, de que adquiriera armamento ruso. La transacción de unos 40 helicópteros y 100 mil fusiles tipo Kalashnikov y aviones de guerra tipo MIG-29 ha despertado una dura polémica en la que están implicados varios países. Portavoces oficiales de los EE.UU. han manifestado su protesta, por temor a que las armas puedan caer en manos de la guerrilla izquierdista colombiana, con la que, a su juicio, el Gobierno de Chávez mostraría poco menos que una sospechosa tolerancia. Además, como se sabe, entre Colombia y Venezuela existen actualmente diferencias y resquemores que han ocasionado malestar fronterizo y diplomático al más alto nivel.

Por su parte, Rusia ha respondido que se trata de un negocio lícito, pues no existen vedas para el suministro de este tipo de armas a países como Venezuela. Así mismo, sugiere que la reacción norteamericana es, en este caso, más bien una intriga política, desde luego, proveniente de la competencia, es decir de los vendedores tradicionales de armas en América Latina. Los rusos, incluso difundieron una declaración del general Mijail Kalashnikov, el creador del famoso fusil que lleva su nombre, en el que indica que la preocupación norteamericana es infundada y tendenciosa.

Mientras tanto, en Colombia, como es natural, también los generales, se inquietan y hablan de equilibrar  las adquisiciones de Chávez, a lo que Rusia, desde luego, responderá con gran entusiasmo. En este sentido resulta muy significativa la visita a Rusia que inicia actualmente el Jefe del Estado Mayor Conjunto del Ejercito Colombiano, general Freddy Padilla de León. Por otra parte, al referirse a la transacción, el ministro de Exteriores de Venezuela, José Vicente Rangel, afirmó que ésta fue transparente y de Estado a Estado. Y, comprensiblemente, los rusos están entusiasmados con su éxito en recuperar los mercados de armas en el mundo, los cuales perdieron durante los pujos democráticos de los tiempos de la ´Perestroika´ y los del presidente Boris Yeltsin. Ahora se anuncia que empresas de armas rusas abrirán representaciones comerciales en Chile, Brasil, Venezuela, México, Bélgica, Italia y Muanmar, y la firma Rosoboronexport establecerá centros de mantenimiento técnico en Malasia, la India y México.

Serguei Chemesov, director general de Rosoboronexport destaca que en el extranjero ya funcionan 43 oficinas de la empresa, y, actualmente, Rusia vende armas a 59 países del mundo. Así mismo, Rusia ha participado en la mayoría de las exposiciones de armas celebradas en América Latina y otras zonas del mundo, y actualmente está presente, con más de 500 muestras, en la VII Exposición Internacional de Armamentos IDEX 2005, que se inauguró en Abu Dhabi, capital de los Emiratos Árabes Unidos.

Los expertos rusos estiman que pueden también intensificar una ofensiva de venta de armas en la rama naval y, desde luego, para la Fuerza Aérea, pero no descuidan, ni mucho menos, la venta de misiles. En los próximos meses, Rusia piensa firmar un contrato de venta de 36 sistemas de lanzamisiles tipo ´Smerch´ a la India, según informo el diario ´Vedomosti´, operación que sumará los 450 millones de dólares. Se trata del mayor suministro de armas rusas para el Ejército de tierra desde el contrato de 310 coches blindados T-90S por 800 millones de dólares, en el 2001.

Este es sólo un ejemplo, pero según Marat Kenzhetaev, experto del Centro de Estudios de los Problemas del Desarme, los lanzamisiles múltiples más potentes del Ejercito ruso, que son precisamente los ´Smerch´, ya se vendieron a países como Argelia y Kuwait, y muy posiblemente se suministrarán a otros países del Golfo Pérsico.

Si embargo, durante su diálogo televisado con los directivos de las empresas vendedoras de armas rusas, el presidente ruso, Vladimir Putin, señaló que dichos negocios deberían siempre consultarse con el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia y las embajadas rusas en los países que adquieran las armas, medida que puede interpretarse como la importancia y el significado político que el Kremlin concede a estas transacciones.

Lo característico es que Rusia ya no suministra armamentos a nadie por posibles prebendas políticas o de otro tipo, sino en dinero contante y sonante. Terminaron las épocas de los envíos a Cuba, Nicaragua, Iraq, Libia y países africanos o asiáticos, por el sistema de ´lleve ahora y pague después´.

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