Magnus Ranstorp lleva 25 años investigando sobre terrorismo y violencia política y es uno de los mayores expertos mundiales en el grupo chií libanés Hizbulá. Director de Investigación del Centro para el Estudio de las Amenazas Asimétricasen la Universidad de la Defensa Sueca, asegura que antes de los atentados de París de este viernes Europa era consciente de que Estado Islámico presentaba una grave amenaza para su seguridad. "Esta amenaza a la seguridad sin precedentes era conocida para todos los que siguen de cerca los movimientos yihadistas. Las fuerzas de seguridad francesas habían descubierto un número sin precedentes de células, y justo antes de este ataque hubo 14 intentos diferentes desmantelados públicamente y se sabe que había más células en la sombra. El jefe del MI5 dijo hace unas semanas que en el Reino Unido se frustraron 6 intentos de atentado dentro del país y siete fuera de él. Y lo mismo en otros países, como Escandinavia. Así que sabíamos que había una grave amenaza, aunque quizá se pensara que era más limitada en sus objetivos.Estado Islámico tiene capacidad para operar en múltiples ataques y no debemos subestimarlo", señala.

"Aunque estamos haciendo lo correcto con los bombardeos militares en Raqqa o Mosul, el Estado Islámico tiene su califato virtual y son muchos sus seguidores. Eso significa que pueden sobrevivir, aunque tengan presión. Debemos recordar que están en Libia, que han atacado Túnez e intentan desestabilizarlo, que están en el Sahel y también presentes en Pakistán y Afganistán, incluso decapitando a talibán", estima Ranstorp, que ha visitado Madrid para participar en el tercer Foro sobre Terrorismo Global que organiza el Real Instituto Elcano, durante el cual fue entrevistado por EL MUNDO.es.

"Llevo 25 años en esto y es como una montaña rusa, con direcciones cambiantes. Es un espejo de la situación de seguridad que se desintegra, particularmente en Oriente Medio, con múltiples conflictos alimentando al IS. Así que soy relativamente pesimista con el hecho de que seamos capaces de destruir al IS a menos que tengamos una estrategia global".

Este experto advierte de la presencia del Daesh (acrónimo en árabe de Estado Islámico) en Europa. "Sin ninguna duda, tienen células en Europa. Tienen a personas que han retornado de diferentes países en conflicto y tienen redes particularmente fuertes en Bélgica y Francia, como hemos visto".

Guerrilla urbana

¿Está Europa preparada para contrarrestar este tipo de violencia de guerrilla urbana de la que los ataques de París son exponente? Ranstorp advierte de que estamos ante un complicado desafío: "Creo que la globalización e Internet están complicando el trabajo a las fuerzas de seguridad. La alta movilidad para viajar a zonas de conflicto desde Turquía es también un problema. Así que Turquía es un Estado importante y debemos enrolarlo en la lucha contra el terrorismo y en la estrategia de limitar los viajes. Además, los grupos yihadistas usan sistemas de encriptación para comunicarse mediante los teléfonos móviles, lo cual dificulta que los servicios de seguridad puedan interceptarles en tiempo real. Son muy resilientes y se esconden detrás de organizaciones legitimadas".

El IS también sabe aprovechar los resquicios de frustración en nuestras sociedades. La discriminación y el racismo como reacción a una gran crisis como la de los atentados de París es automáticamente utilizada a su favor por los propagandistas y reclutadores del Daesh. "Cuando hay grandes crisis, tratan de explotarlas para crear polarización y aprovecharse de reacciones como la islamofobia, que cuando se produce hace más fácil para ellos reclutar a gente atraída por su visión apocalíptica y violenta", afirma.

Por otro lado, la geopolítica de Oriente Próximo también les favorece: "Losmúltiples conflictos interconectados en la región que no hemos sido capaces de resolver desde el siglo pasado, como el conflicto árabe-israelí, dificultan las cosas". Según Ranstorp, la lucha contra el IS tiene que tener un fuerte componente de trabajo a nivel local, en las ciudades y barrios con población musulmana. "La estrategia debe ser de presión por un lado y de prevención en el nivel local, a nivel de las ciudades y barrios para fomentar la integración frente a la segregación", alerta.