Jawad elabora el luto sin atisbo de flaqueza. Lejos de hundirlo en la desolación, el salvaje asesinato de su hermano, el piloto jordano Muaz Kasasbeh, a manos del Estado Islámico le ha proporcionado una extraña entereza. "Las tribus de Jordania apoyan al Gobierno. Vengaremos el asesinato de Muaz", relata a EL MUNDO.es.

Ayer, horas después de la ejecución en la horca de dos yihadistas iraquíes, el rey jordano Abdalá II clamó que "la sangre del mártir Muaz no habrá sido derramada en vano". "La respuesta de Jordania y su ejército será dura", advirtió el monarca tras regresar de su periplo por EEUU.

Una multitud le recibió entre vítores en el aeropuerto de Amán en una imagen de entusiasta apoyo a su veloz decisión de cobrarse los crueles fotogramas del teniente agonizando entre lenguas de fuego enviando al cadalso a dos miembros de Al Qaeda en Irak, germen del IS (Estado Islámico, por sus siglas en inglés).

"Tenemos confianza en nuestro ejército. Con el asesinato de mi hermano el IS ha intentado sacudir la estabilidad de Jordania. Pensaron que saldríamos a la calle para pedir cuentas pero somos responsables, estamos enamorados de nuestra nación y no le haremos el juego al IS", dice tajante Jawad en conversación telefónica con este diario.

Fallidas negociaciones

La tragedia de Muaz -capturado por los extremistas el 24 de diciembre en la provincia de Raqqa y utilizado como canje en unas fallidas negociaciones semanas después de haber sido quemado vivo- ha cambiado radicalmente el discurso de su tribu. Si hace una semana, desesperados por la ausencia de noticias, miembros del clan se plantaron a las puertas del palacio real para acusar a Abdalá II de ser un cobarde a sueldo de Washington, ayer la familia cerró filas en torno a un régimen zurcido por lealtades tribales.

"El Gobierno no ha tardado en lanzar la revancha con la ejecución de dos terroristas. Otros cuatro presos correrán la misma suerte. El ejército ha bombardeo Raqqa y esperamos más acciones porque los combatientes del IS son ratas. Huyen a sus madrigueras cuando escuchan los ataques del 'ejército árabe' [como se conoce a las fuerzas armadas jornadas]", cuenta Jawad mientras llega el sonido del barullo de los parientes y vecinos que ayer procesionaron hasta la casa familiar en la ciudad de Al Karak, a 140 kilómetros al sur de Amán. Las exequias sin cuerpo y en memoria del soldado de 26 años -la primera baja de la coalición internacional liderada por EEUU- se convirtieron en una prueba para la cohesión del país árabe.

En los últimos meses arreciaron las voces críticas con la participación de Jordania en la alianza que bombardea las posiciones del IS en Siria e Irak. Ayer reinó la unanimidad. "Es cierto que hubo parlamentarios e intelectuales reacios a unirse a la coalición pero lo que ha sucedido es una conmoción. Jamás hubo posibilidad alguna de salvar al piloto. Jordania continuará en la alianza, incrementará su implicación y no descarto que termine abogando por la intervención terrestre", señala a este diario el politólogo jordano Hasan Abu Hanieh.

Más decisión contra IS

Fuentes gubernamentales recalcaron ayer que el reino hachemí está más decidido que nunca a librar batalla contra el califato, un vecino que tratará de seguir pescando en río revuelto. El sábado la división mediática del IS difundió un vídeo con la confesión y posterior decapitación de un supuesto espía de los servicios de inteligencia jordanos.

"El IS no solo lucha contra nosotros sino también contra el islam y sus nobles valores", afirmó Abdalá II durante una reunión con los comandantes del estamento castrense. "Lucharemos contra esa camarilla de criminales y golpearemos sus bastiones", agregó. Socio clave de la Casa Blanca, Amán no ha puesto en duda su papel en la larga guerra contra los yihadistas. Durante su visita a EEUU, el monarca logró el compromiso de aumentar la ayuda anual que la administración Obama destina al país.

A partir de este año fiscal y hasta 2017, Jordania recibirá 1.000 millones de dólares en lugar de los 660 inicialmente previstos para hacer frente a "las crecientes necesidades inmediatas como resultado de la inestabilidad regional, su vanguardia en la lucha contra el IS, la afluencia de refugiados desde Siria e Irak y la interrupción del suministro de energía extranjera".

La primera instantánea de la anunciada "mano de hierro" se produjo a las 4.00 de la madrugada del miércoles (3.00 hora española) cuando la horca segó la vida de los yihadistas iraquíes Sayida Rishawi -condenada a muerte por su tentativa de ataque suicida contra un hotel de Amán en 2005- y Ziad al Karbuli -lugarteniente de Abu Musab al Zarqaui, líder de Al Qaeda en Irak caído en un ataque aéreo estadounidense en 2006-.

La estrategia parece contar, esta vez sí, con un amplio respaldo popular. "Antes de que Muaz fuera secuestrado, la mayoría del pueblo jordano simpatizaba de alguna manera con el IS. Su crimen ha demostrado que no son musulmanes. La calle jordana sabe ahora que son sencillamente unos terroristas", replica Jawad, preparado para la vendetta. "Me ofreceré como voluntario para vengar la muerte de Muaz", concluye.