Una alta funcionaria de la Cancillería de Berlín y estrecha colaboradora de Angela Merkel ha sido víctima de un ataque informático por el que un virus espía, similar a los que utilizan los servicios secretos estadounidenses y británicos, se ha infiltrado en los ordenadores blindados del Gobierno alemán. Se trata de la directora del departamento de Política Europea, que estaba trabajando en un discurso sobre estrategias de política europea y descargó el material en un USB privado para continuar con el trabajo en casa, en su ordenador portátil privado. Cuando al día siguiente conectó en el ordenador del despacho el USB, se descargó sin que ella lo advirtiese un virus scaner del tipo Sina-H de copia de archivos y facilitación de escuchas gracias a un tipo de software denominado 'Regin'.

El software 'Regin' permite desde fuera capturar pantallas de los ordenadores infectados, hacerse cargo del ratón y recuperar archivos borrados. Desarrollado por la NSA y el GCHQ, se trata de un programa de estrategia troyano y, tras detectar la violación de la seguridad, los responsables de la Oficina Federal para la Seguridad de la Información (BSI), han rastreado 200 ordenadores del gobierno en busca de posibles secuelas que, según su portavoz, no han sido encontradas.

El incidente se produce apenas dos semanas después de que el Fiscal General de Alemania, Harald Range, reconociese que no se han encontrado pruebas de que la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de Estados Unidos espiara el teléfono móvil de la canciller, Angela Merkel. Range, que lanzó una investigación oficial en medio de un gran escándalo el pasado mes de junio, aseguró en un comunicado que "el documento presentado como prueba del espionaje no es una orden de vigilancia de la NSA". "No proviene de su base de datos", insistió.

Según ha declarado una fuente cercana al Ministerio de Justicia alemán citada por la agencia Afp, la Justicia alemana ha abandonado de hecho la investigación sobre las escuchas telefónicas a Merkel por parte de EEUU. "Nada se ha hecho a pesar de que la investigación comenzó hace seis meses", denunciaba. Hasta el momento, los investigadores del caso afirman no haber podido conseguir ninguna prueba sólida y recomiendan que se abandone a pesar de las revelaciones que aparecieron en los documentos aireados por el ex técnico de la NSA Edward Snowden.